domingo, 17 de marzo de 2013

Jonathan I. Israel y la Ilustración radical

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Jonathan I. Israel ha publicado la última parte de su trilogía sobre la Ilustración. Tras la inicial The Dutch Republic: Its Rise, Greatness and Fall, 1477-1806 (OUP, 1995), donde se gestó todo, vino ese terceto que componen The Radical Enlightenment (OUP, 2001), Enlightenment Contested (OUP, 2006) y, finalmente, Democratic Enlightenment. Philosophy, Revolution and Human Rights, 1750-1790 (OUP, 2011), cada una con sus correspondientes mil páginas.

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Más información:
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  • La Ilustración radical
  • Spinoza y las raíces holandesas de la Ilustración
  • Balance neto - El camino hacia una red distribuida


    En otras ocasiones ya hemos hablado de la crisis energética y de la necesidad de conseguir independencia energética gracias a la autroproducción y la creación de redes de energía P2P. En estos casos estamos siempre hablando de comunidades o unidades familiares, sin embargo la lógica aplica de igual manera a la red de distribución y generación de cada país. 

    Las compañías eléctricas se ocupan de la generación de la práctica totalidad de la energía que se distribuye a través de la red de distribución nacional. En algunos países se permite que usuarios finales puedan hacer una entrega a red de energías renovables, en algunos casos con un precio que recibe una prima por tratarse de energía renovable, en otros casos no. En algunos países permiten que los usuarios que generan su propia energía puedan entregar su sobrante a red en sus picos de producción y demandar de red cuando están en un valle de producción, es lo que se llama balance neto. 

    Ambas estrategias se orientan a convertir la red de generación en una red distribuida, no depender exclusivamente de las grandes centrales de producción energética sino dispersar la producción entre los miles de clientes de las compañías eléctricas y conseguir que la inversión en el lado de la generación eléctrica se distribuya también entre inversores particulares. 

    En el caso de la entrega a red los inversores-clientes estructuran su inversión en fotovoltaica o eólica como un bono. Las compañías eléctricas se comprometen a la recompra de la energía generada durante un número de años a un precio establecido, así pues el inversor ha comprado un bono de energía. El principal beneficiado es la compañía eléctrica a la que su cliente le está cediendo terreno, producción y le ha 'prestado' dinero para la inversión en un mini central de generación de energía renovable. El cliente obtiene una rentabilidad de un dinero que puede variar en función de nueva normativa que aplique a la entrega a red de energía. 

    El balance neto es radicalmente diferente, la filosofía de establecer nodos distribuidos de generación eléctrica subyace pero, se incentiva de una forma mucho más integral. El cliente-inversor no está invirtiendo en un bono con una compañía eléctrica, está invirtiendo en su propia autoproducción y soberanía energética con la ventaja de poder evitar la inversión en bancos de baterías ya que el almacenaje de la energía producida se realizará sobre la red general. 

    El balance neto es una política necesaria para potenciar el crecimiento de las energías renovables, la independencia y soberanía energética y la autoproducción. 

    Una unidad familiar que se haya planteado la autoproducción y autosuficiencia energética pero lo haya desechado por los altos costes iniciales en los que los bancos de batería toman un porcentaje elevado de la inversión, puede replantearse su política de autoproducción, siempre que el balance neto esté en vigor en su país y sea ofrecido por las compañías eléctricas que suministran en su zona. 

    ¿Cómo funciona el balance neto? En una instalación familiar o nodo para autoconsumo energético se producen siempre valles y picos de producción; momentos en los que la instalación produce menos energía que lo que el nodo demanda (valles) y momentos en los que la instalación produce más energía de la que demanda (picos). En una instalación autosuficiente estos picos y valles se solventan mediante la instalación de un banco de baterías que almacene el exceso de energía producida en los picos y quede almacenada para que el nodo lo pueda utilizar en los valles, momentos en que por circunstancias climatológicas en la mayor parte de los casos, la instalación no está produciendo suficiente energía para cubrir todas las necesidades. 



    ¿Y si en lugar de un banco de baterías pudiésemos almacenar en la red? Eso es el balance neto. El excedente de una instalación familiar se entrega a red y se demanda cuando la producción no cubre el consumo de energía dentro de esa unidad familiar. 

    La ventaja es que la red puede llegar a suministrar mucha más energía de la que la instalación ha entregado a red a modo de sistema de almacenamiento. Esto da la flexibilidad a la hora de dimensionar la instalación familiar y permite hacerlo por debajo de las necesidades más exigentes, con lo que la inversión inicial en generación renovable puede ser inferior a la que sería necesaria en una instalación de autoproducción autosuficiente. 

    ¿Cómo se compensa la entrega y demanda a red? Depende de las leyes y normativas aprobadas en cada país y por cada compañía eléctrica. Lo normal es que la entrega y la demanda se crucen en el mismo precio, de tal forma que a final de mes, trimestre, semestre o año, se haga un balance entre la energía entregada desde la unidad familiar a red y la energía consumida por la unidad familiar desde la red. A tal efecto en las instalaciones de balance neto, existe un contador bidireccional que hace de puente entre la mini central de producción y la red, de tal forma que se puede medir la cantidad de energía entregada y la cantidad de energía consumida desde la red. Al final del período de facturación si la producción-entrega a red ha sido superior al consumo desde la red, la compañía eléctrica deberá abonar al cliente la diferencia, mientras si la demanda a red ha sido superior a la energía entregada, el cliente deberá pagar la diferencia a la compañía eléctrica. 

    ¿Qué pasa con los impuestos? Algunos países aún no han aprobado el balance neto, entre otros motivos por este punto. A día de hoy, con una red de distribución controlada por las compañías eléctricas, pagamos el 21% de IVA sobre toda la energía que consumimos, sin embargo si la energía es autoproducida no paga impuestos, por lo que en un balance neto sólo se pagaría el IVA sobre la diferencia a final de cada periodo. Si los clientes producen más de lo que consumen ¿las compañías eléctricas estarán de acuerdo en pagar un IVA sobre esa energía producida de forma distribuida?, ¿el Gobierno está dispuesto a no recaudar sobre la totalidad de la energía consumida sino, simplemente sobre la diferencia entre la energía autoproducida y los picos de consumo? Definitivamente la política impositiva ha sido un freno a la aprobación de regulación en materia de balance neto.

    Y donde yo vivo, ¿han aprobado ya el balance neto? La wikipedia recoge una lista bastante actualizada sobre la normativa y regulación de balance neto en un amplio número de países, que puedes consultar aquí

    En los países en los que las compañías eléctricas son un poder fáctico, el balance neto aún no es una realidad, lejos de pensar de forma global, en la comunidad, los intereses privados de las compañías eléctricas han primado sobre los beneficios que el balance neto tiene para la población en su conjunto y para el país: 
    1. El balance neto ayuda a distribuir la red de producción energética de un país, consiguiendo mayores fuentes de generación, redundancia, robustez y resiliencia tanto a nivel particular como nacional. 
    2. El balance neto puede ayudar a alcanzar la independencia energética de un país. 
    3. El balance neto es eficiente. Disminuye las necesidades de producción nacionales en su conjunto, lo que permitiría disminuir la producción y consumo de energía de origen fósil y nuclear.  
    4. El balance neto promueve la instalación de energías renovables y limpias. 
    5. El balance neto proporciona soberanía energética a la población a un coste asumible. 
    El balance neto es la forma de comenzar a convertir la red de distribución nacional en una red P2P. Esperemos que España cumpla su promesa y dentro del año 2013 apruebe la ley de balance neto sin restricciones, ni cortapisas que favorezcan sólo a las mismas compañías eléctricas que han bloqueado la aprobación de esta ley durante más de una década.


    Más información:
  • Energía solar fotovoltaica
  • Autoconsumo fotovoltaico