Las teorías de la conspiración, también llamadas conspiranoias, son explicaciones poco probables acerca de eventos impactantes. Por ejemplo, la CIA asesinó a John Fitzgerald Kennedy, la llegada a la Luna fue un montaje filmado por Stanley Kubrick y muchas de las personas más influyentes del planeta son son en realidad reptilianos extraterrestres procedentes de la constelación Draco. Como Bill Clinton y Madonna. Cosa que creen 12 millones de estadounidenses.
Desde luego, ha habido conspiraciones reales. Por ejemplo Richard Nixon y su equipo conspiraron para ocultar el allanamiento de la sede del Partido Demócrata, que estaba en el complejo de oficinas Watergate, y el 11-S fue el resultado de una conspiración de al-Qaeda.
Es decir, no podemos descartar de entrada todas las teorías que se publican, pero sí debemos desconfiar de las que presentan rasgos como los que apunta Michael Shermer en The Believing Brain...
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