martes, 31 de julio de 2012

Buenas y malas razones para creer (por Richard Dawkins)

Querida Juliet:

Ahora que has cumplido diez años, quiero escribirte acerca de una cosa que para mí es muy importante. ¿Alguna vez te has preguntado cómo sabemos las cosas que sabemos? ¿Cómo sabemos, por ejemplo, que las estrellas que parecen pequeños alfilerazos en el cielo, son en realidad gigantescas bolas de fuego como el Sol, pero que están muy lejanas? ¿Y cómo sabemos que la Tierra es una bola más pequeña, que gira alrededor de una de esas estrellas, el Sol?

La respuesta a esas preguntas es "por la evidencia". A veces, "evidencia" significa literalmente ver (u oír, palpar, oler) que una cosa es cierta. Los astronautas se han alejado de la Tierra lo suficiente como para ver con sus propios ojos que es redonda. Otras veces, nuestros ojos necesitan ayuda. El "lucero del alba" parece un brillante centelleo en el cielo, pero con un telescopio podemos ver que se trata de una hermosa esfera: el planeta que llamamos Venus. Lo que aprendemos viéndolo directamente (u oyéndolo, palpándolo, etc.) se llama "observación".

Muchas veces, la evidencia no sólo es pura observación, pero siempre se basa en la observación. Cuando se ha cometido un asesinato, es corriente que nadie lo haya observado (excepto el asesino y la persona asesinada). Pero los investigadores pueden reunir otras muchas observaciones, que en conjunto señalen a un sospechoso concreto. Si las huellas dactilares de una persona coinciden con las encontradas en el puñal, eso demuestra que dicha persona lo tocó. No demuestra que cometiera el asesinato, pero puede ayudar a demostrarlo si existen otras muchas evidencias que apunten a la misma persona. A veces, un detective se pone a pensar en un montón de observaciones y de repente se da cuenta que todas encajan en su sitio y cobran sentido si suponemos que fue Fulano el que cometió el asesinato.

Los científicos -especialistas en descubrir lo que es cierto en el mundo y el Universo- trabajan muchas veces como detectives. Hacen una suposición (ellos la llaman hipótesis) de lo que podría ser cierto. Y a continuación se dicen: si esto fuera verdaderamente así, deberíamos observar tal y cual cosa. A esto se le llama predicción. Por ejemplo si el mundo fuera verdaderamente redondo, podríamos predecir que un viajero que avance siempre en la misma dirección acabará por llegar al punto del que partió. Cuando el médico dice que tienes sarampión, no es que te haya mirado y haya visto el sarampión. Su primera mirada le proporciona una hipótesis: podrías tener sarampión. Entonces, va y se dice: "Si de verdad tiene el sarampión, debería ver...." y empieza a repasar toda su lista de predicciones, comprobándolas con los ojos (¿tienes manchas?), con las manos (¿tienes caliente la frente?) y con los oídos (¿te suena el pecho como suena cuando se tiene el sarampión?). Sólo entonces se decide a declarar "Diagnóstico que la niña tiene sarampión". A veces, los médicos necesitan realizar otras pruebas, como análisis de sangre o rayos x, para complementar las observaciones hechas con sus ojos, manos y oídos.

La manera en que los científicos utilizan la evidencia para aprender cosas acerca del mundo es tan ingeniosa y complicada que no te la puedo explicar en una carta tan breve. Pero dejemos por ahora la evidencia, que es una buena razón para creer algo, porque quiero advertirte en contra de tres malas razones para creer cualquier cosa: se llaman "tradición", "autoridad" y "revelación".

Empecemos por la tradición. Hace unos meses estuve en televisión, charlando con unos cincuenta niños. Estos niños habían sido educados en diferentes religiones: había cristianos, judíos, musulmanes, hindúes, sijs...El presentador iba con el micrófono de niño en niño, preguntándoles lo que creían. Lo que los niños decían demuestra exactamente lo que yo entiendo por "tradición". Sus creencias no tenían nada que ver con la evidencia. Se limitaban a repetir las creencias de sus padres y sus abuelos, que tampoco estaban basadas en ninguna evidencia. Decían cosas como "los hindúes creemos tal y cual cosa", "los musulmanes creemos esto y lo otro", "los cristianos creemos otra cosa diferente".

Como es lógico, dado que cada uno creía cosas diferentes, era imposible que todos tuvieran razón. Por lo visto, al hombre del micrófono esto le parecía muy bien, y ni siquiera los animó a discutir sus diferencias. Pero no es esto lo que me interesa de momento. Lo que quiero preguntar es de dónde habían salido sus creencias. Habían salido de la tradición. La tradición es la transmisión de creencias de los abuelos a los padres, de los padres a los hijos, y así sucesivamente. O mediante libros que se siguen leyendo durante siglos. Muchas veces, las creencias tradicionales se originan casi de la nada: es posible que alguien las inventara en algún momento, como tuvo que ocurrir con las historias de Thor y Zeus; pero cuando se han transmitido durante unos cuantos siglos, el hecho mismo de que sean tan antiguas las convierte en especiales. La gente cree ciertas cosas sólo porque otra gente ha creído lo mismo durante siglos. Eso es la tradición.

El problema con la tradición es que, por muy antigua que sea una historia, es igual de cierta o de falsa que cuando se inventó la historia original. Si te inventas una historia que no es verdad, no se hará más verdadera porque se transmita durante siglos, por muchos siglos que sean.

En Inglaterra, gran parte de la población ha sido bautizada en la Iglesia anglicana, que no es más que una de las muchas ramas de la religión cristiana. Existen otras ramas, como la ortodoxa rusa, la católica romana o la metodista. Cada una cree cosas diferentes. La religión judía y la musulmana son un poco más diferentes, y también existen varias clases distintas de judíos y de musulmanes. La gente que cree una cosa está dispuesta a hacer la guerra contra los que creen otra ligeramente distinta, de manera que se podría pensar que tienen muy buenas razones -evidencias- para creer lo que creen. Pero lo cierto es que sus diferentes creencias se deben únicamente a diferentes tradiciones.

Vamos a hablar de una tradición concreta. Los católicos creen que María, la madre de Jesús, era tan especial que no murió, sino que fue elevada al cielo con su cuerpo físico. Otras tradiciones cristianas discrepan, diciendo que María murió como cualquier otra persona. Estas otras religiones no hablan mucho de María, ni la llaman "Reina del cielo", como hacen los católicos. La tradición que afirma que el cuerpo de María fue elevado al cielo no es muy antigua. La Biblia no dice nada de cómo o cuándo murió; de hecho, a la pobre mujer apenas se la menciona en la Biblia. Lo de que su cuerpo fue elevado a los cielos no se inventó hasta unos seis siglos después de Cristo. Al principio, no era más que un cuento inventado, como Blancanieves o cualquier otro. Pero con el paso de los siglos se fue convirtiendo en una tradición y la gente comenzó a tomárselo en serio, sólo porque se había ido transmitiendo a lo largo de muchas generaciones. Cuanto más antigua es una tradición, más en serio se la toma la gente. Y por fin, en tiempos muy recientes, se declaró que era una creencia oficial de la Iglesia católica: esto ocurrió en 1950, cuando yo tenía la edad que tú tienes ahora. Pero la historia no era más verídica en 1950 que cuando se inventó por primera vez, seiscientos años después de la muerte de María.

Al final de esta carta volveré a hablar de la tradición, para considerarla de una manera diferente. Pero antes tengo que hablarte de las otras dos malas razones para creer una cosa: la autoridad y la revelación.

La autoridad, como razón para creer algo, significa que hay que creer en ello porque alguien importante te dice que lo creas. En la Iglesia católica, por ejemplo, la persona más importante es el Papa. En una de las ramas de la religión musulmana, las personas más importantes son unos ancianos barbudos llamados ayatolás. En nuestro país hay muchos musulmanes dispuestos a cometer asesinatos sólo porque los ayatolás de un país lejano les dicen que lo hagan.

Cuando te decía que en 1950 se dijo por fin a los católicos que tenían que creer en la asunción a los cielos del cuerpo de María, lo que quería decir es que en 1950 el Papa les dijo que tenían que creer en ello. Con eso bastaba. ¡El Papa decía que era verdad, luego tenía que ser verdad! Ahora bien, lo más probable es que, de todo lo que dijo el Papa a lo largo de su vida, algunas cosas fueran ciertas y otras no fueran ciertas. No existe ninguna razón válida para creer todo lo que diga sólo porque es el Papa, del mismo modo que no tienes por qué creer todo lo que te diga cualquier otra persona. El Papa actual ha ordenado a sus seguidores que no limiten el número de hijos. Si la gente sigue su autoridad tan ciegamente como a él le gustaría, el resultado sería terrible: hambre, enfermedades y guerras provocadas por la sobrepoblación.

Por supuesto, también en la ciencia ocurre a veces que no hemos visto personalmente la evidencia, y tenemos que aceptar la palabra de alguien. Por ejemplo, yo no he visto con mis propios ojos ninguna prueba de que la luz avance a una velocidad de 300.000 kilómetros por segundo, sin embargo, creo en los libros que me dicen la velocidad de la luz. Esto podría parecer "autoridad", pero en realidad es mucho mejor que la autoridad, porque la gente que escribió esos libros sí que había observado la evidencia, y cualquiera puede comprobar dicha evidencia siempre que lo desee. Esto resulta muy reconfortante. Pero ni siquiera los sacerdotes se atreven a decir que exista alguna evidencia de su historia acerca de la subida a los cielos del cuerpo de María.

La tercera mala razón para creer en cosas se llama "revelación". Si en 1950 le hubieras podido preguntar al Papa cómo sabía que el cuerpo de María había ascendido al cielo, lo más probable es que te hubiera respondido que "se le había revelado". Lo que hizo fue encerrarse en su habitación y rezar pidiendo orientación. Había pensado y pensado, siempre solo, y cada vez se sentía más convencido. Cuando las personas religiosas tienen la sensación interior de que una cosa es cierta, aunque no exista ninguna evidencia de que sea así, llaman a esa sensación "revelación". No sólo los Papas aseguran tener revelaciones. Las tienen montones de personas de todas las religiones, y es una de las principales razones por las que creen las cosas que creen. Pero ¿es una buena razón?

Supón que te digo que tu perro ha muerto. Te pondrías muy triste y probablemente me preguntarías: "¿Estás seguro? ¿Cómo lo sabes? ¿Cómo ha sucedido?" Y supón que yo te respondo: "En realidad no sé que Pepe ha muerto. No tengo ninguna evidencia. Pero siento en mi interior la curiosa sensación de que ha muerto". Te enfadarías conmigo por haberte asustado, porque sabes que una "sensación" interior no es razón suficiente para creer que un lebrel ha muerto. Hacen falta pruebas. Todos tenemos sensaciones interiores de vez en cuando, y a veces resulta que son acertadas y otras veces no lo son. Está claro que dos personas distintas pueden tener sensaciones contrarias, de modo que ¿cómo vamos a decidir cuál de las dos acierta? La única manera de asegurarse que un perro está muerto es verlo muerto, oír que su corazón se ha parado, o que nos lo cuente alguien que haya visto u oído alguna evidencia real de que ha muerto.

A veces, la gente dice que hay que creer en las sensaciones internas, porque si no, nunca podrás confiar en cosas como "mi mujer me ama". Pero éste es un mal argumento. Puedes encontrar abundantes pruebas de que alguien te ama. Si estás con alguien que te quiere, durante todo el día estarás viendo y oyendo pequeños fragmentos de evidencia, que se van sumando. No se trata de una pura sensación interior, como la que los sacerdotes llaman revelación. Hay datos exteriores que confirman la sensación interior: miradas a los ojos, entonaciones cariñosas en la voz, pequeños favores y amabilidades; todo eso es auténtica evidencia.

A veces, una persona siente una fuerte sensación interior de que alguien la ama sin basarse en ninguna evidencia, y en estos casos lo más probable es que esté completamente equivocada. Existen personas con una firme convicción interior de que una famosa estrella de cine las ama, aunque en realidad la estrella ni siquiera las conoce. Esta clase de personas tienen la mente enferma. Las sensaciones interiores tienen que estar respaldadas por evidencias; si no, no podemos fiarnos de ellas.

Las intuiciones resultan muy útiles en la ciencia, pero sólo para darte ideas que luego hay que poner a prueba buscando evidencias. Un científico puede tener una "corazonada" acerca de una idea que, de momento, sólo "le parece" acertada. En sí misma, ésta no es una buena razón para creer nada; pero sí que puede ser razón suficiente para dedicar algún tiempo a realizar un experimento concreto o buscar pruebas de una manera concreta. Los científicos utilizan constantemente sus sensaciones interiores para sacar ideas; pero estas ideas no valen nada si no se apoyan con evidencias.

Te prometí que volveríamos a lo de la tradición, para considerarla de una manera distinta. Me gustaría intentar explicar por qué la tradición es importante para nosotros. Todos los animales están construidos (por el proceso que llamamos evolución) para sobrevivir en el lugar donde su especie vive habitualmente. Los leones están equipados para vivir en las llanuras de África. Los cangrejos de río están construidos para sobrevivir en agua dulce, y los bogavantes para sobrevivir en agua salada. También las personas somos animales, y estamos construidos para sobrevivir en un mundo lleno de... otras personas. La mayoría de nosotros no tiene que cazar su comida, como los leones y los bogavantes: se la compramos a otras personas, que a su vez se la compraron a otras. Nadamos en un "mar de gente". Lo mismo que el pez necesita branquias para sobrevivir en el agua, la gente necesita cerebros para poder tratar con otra gente. El mar está lleno de agua salada, pero el mar de gente está lleno de cosas difíciles que hay que aprender. Como el idioma.

Tú hablas inglés, pero tu amiga Ann-Kathrin habla alemán. Cada una de vosotras habla el idioma que le permite "nadar" en su propio "mar de gente". El idioma se transmite por tradición. No existe otra manera. En Inglaterra, tu perro Pepe es a dog. En Alemania, es ein Hund. Ninguna de estas palabras es más correcta o verdadera que la otra. Las dos se transmiten de manera muy simple. Para poder nadar bien en su propio "mar de gente", los niños tienen que aprender el idioma de su país y otras muchas cosas acerca de su pueblo; y esto significa que tienen que absorber, como si fueran papel secante, una enorme cantidad de información tradicional. (Recuerda que información tradicional significa, simplemente, cosas que se transmiten de abuelos a padres y de padres a hijos). El cerebro del niño tiene que absorber toda esa información tradicional, y no se puede esperar que el niño seleccione la información buena y útil, como las palabras del idioma, descartando la información falsa o estúpida, como creer en brujas, en diablos y en vírgenes inmortales.

Es una pena, pero no se puede evitar que las cosas sean así. Como los niños tienen que absorber tanta información, es probable que tiendan a creer todo lo que los adultos les dicen, sea cierto o falso, tengan razón o no. Muchas cosas que los adultos les dicen son ciertas y se basan en evidencias, o, por lo menos, en el sentido común. Pero si les dicen algo que sea falso, estúpido o incluso maligno, ¿cómo se puede evitar que el niño se lo crea también? ¿Y qué harán esos niños cuando lleguen a adultos? Pues seguro que contárselo a los niños de la siguiente generación. Y así, en cuanto la gente ha empezado a creerse una cosa -aunque sea completamente falsa y nunca existieran razones para creérsela-, se puede seguir creyendo para siempre.

¿Podría ser esto lo que ha ocurrido con las religiones? Creer en uno o varios dioses, en el cielo, en la inmortalidad de María, en que Jesús no tuvo un padre humano, en que las oraciones son atendidas, en que el vino se transforma en sangre... ninguna de estas creencias está respaldada por pruebas auténticas. Sin embargo, millones de personas las creen, posiblemente porque se les dijo que las creyesen cuando todavía eran suficientemente pequeñas como para creerse cualquier cosa.

Otros millones de personas creen en cosas diferentes, porque se les dijo que creyeran cuando eran niños. A los niños musulmanes se les dicen cosas diferentes de las que se les dicen a los niños cristianos, y ambos grupos crecen absolutamente convencidos de que ellos tienen razón y los otros se equivocan. Incluso entre los cristianos, los católicos creen cosas diferentes de las que creen los anglicanos, los episcopalianos, los shakers, los cuáqueros, los mormones o los holly rollers, y todos están absolutamente convencidos de que ellos tienen razón y los otros están equivocados. Creen cosas diferentes exactamente por las mismas razones por las que tú hablas inglés y tu amiga Ann-Kathrin habla alemán. Cada uno de los dos idiomas es el idioma correcto en su país. Pero de las religiones no se puede decir que cada una de ellas sea la correcta en su propio país, porque cada religión afirma cosas diferentes y contradice a las demás. María no puede estar viva en la católica Irlanda del Sur y muerta en la protestante Irlanda del Norte.

¿Qué se puede hacer con todo esto? A ti no te va a resultar fácil hacer nada, porque sólo tienes diez años. Pero podrías probar una cosa: la próxima vez que alguien te diga algo que parezca importante piensa para tus adentros: "¿Es ésta una de esas cosas que la gente suele creer basándose en evidencias? ¿O es una de esas cosas que la gente cree por la tradición, autoridad o revelación?" Y la próxima vez que alguien te diga que una cosa es verdad, prueba a preguntarle: "¿Qué pruebas existen de ello?" Y si no pueden darte una respuesta, espero que te lo pienses muy bien antes de creer una sola palabra de lo que te digan.

Te quiere,
Papá.


Richard Dawkins es biólogo evolutivo del departamento de zoología de la Universidad de Oxford y miembro del New College. Comenzó su carrera de investigador en la década de 1960, estudiando bajo la dirección del etólogo Nico Tinbergen, ganador del premio Nobel, y desde entonces su trabajo ha girado en torno a la evolución del comportamiento. Desde 1976, cuando publicó su primer libro, The Selfish Gene (El gen egoísta), que concentró la esencia y el espíritu de lo que ahora se conoce como la revolución sociobiológica, ha destacado por la originalidad de sus ideas y la claridad y elegancia con que las expone. En un libro posterior, The Extended Phenotype, y en numerosos programas de televisión, ha difundido el concepto del gen como unidad de la selección, aplicándolo a ejemplos biológicos tan diversos como las relaciones entre huéspedes y parásitos y la evolución de la cooperación. Su siguiente libro, The Blind Watchmaker (El relojero ciego), ha sido ampliamente leído y citado, convirtiéndose en una de las obras que más influencia intelectual ha tenido en nuestra época.

Extraído de Brockman, J. y Watson, K. "Así son las cosas." Ed. Debate, Madrid, 1995.

lunes, 30 de julio de 2012

La dificultad de falsificar la telemetría de las misiones Apollo

Antena de seguimiento de Robledo de Chavela (Madrid), que formaba parte de la red MSFN durante las misiones Apollo

Las fotografías y los vídeos no son la única prueba fehaciente de las misiones Apollo. De hecho, la telemetría de la nave (es decir, los datos y las conversaciones emitidos por su sistema de comunicaciones) era captada por miles de radioaficionados que siguieron el desarrollo de cada misión con su propio aparato de radio. Para ello, debían apuntar su antena (que debía tener, al menos, tres metros de diámetro) de forma exacta al lugar del cielo en el que se encontraba la nave espacial, que emitía en un frecuencia cercana a los 2270 Mhz (banda S de UHF). Como ejemplo, se puede leer el relato del radioaficionado Sven Grahn sobre su seguimiento del Apollo 17 mediante este método, en 1972.
Los conspiracionistas afirman que la telemetría era falsificada con un satélite de la NASA que orbitaba alrededor de la Tierra (el TETR-A). Esta idea es sencillamente falsa. Si hubiera sido así, los radioaficionados y los equipos de las antenas de seguimiento se hubieran dado cuenta de ello, ya que los satélites artificiales cercanos a la Tierra completan una órbita en (como mínimo) unos 90 minutos. Es decir, cruzan el cielo muy rápidamente, mientras que la trayectoria de una misión lunar hace que la variación de la posición de la nave en el cielo no sea muy grande durante el viaje.
La organización encargada de recibir la telemetría de las naves Apollo era la MSFN (Manned Space Flight Network, o Red de Vuelos Espaciales Tripulados), cuya red de radiotelescopios, antenas, barcos y aviones repartidos por el mundo (para permitir un seguimiento continuo) permitían a la NASA disponer en todo momento de la información en el MCC (Mission Control Center). El sistema de la MSFN era tan preciso que era capaz de detectar el más mínimo movimiento de la nave durante su vuelo (incluso detectaban el ligero movimiento que se producía cuando los astronautas expulsaban los desperdicios al espacio) gracias al efecto Doppler (el cambio en la frecuencia de onda como consecuencia del movimiento relativo de la nave con respecto a la Tierra). Los técnicos y científicos que trabajaban en la MSFN por todo el mundo (que no pertenecían a la NASA) no detectaron ninguna anomalía en la señal recibida.

Mike Dinn es un científico australiano ya retirado que trabajaba en aquella época en el radiotelescopio cercano a Canberra (Australia) que siguió desde allí las misiones Apollo como parte de la MSFN. Éste es su testimonio respecto a este tema:

« ...es la primera vez que tengo noticia de que la telemetría debería haber sido falsificada de alguna complicada manera porque, si no, los radiotelescopios no hubieran recibido ninguna señal, o hubieran recibido una desde órbita baja terrestre (de alguna manera).
Pero hay un argumento mejor y más pertinente sobre la telemetría. Existía una red de seguimiento mundial que proporcionaba comunicaciones entre los diversos componentes de las misiones Apollo y, aunque las personas involucradas en este apartado eran pagadas por el proyecto, no eran empleados del gobierno norteamericano, y ni siquiera eran ciudadanos estadounidenses. Por lo tanto, deberían haber formado parte de la conspiración o haber ingresado en ella.
Como yo era un ciudadano australiano empleado por el gobierno de mi país como responsable de las operaciones en el principal lugar de seguimiento en Australia, cercano a Canberra, puedo asegurar desde el punto de vista científico-ingenieril que apuntamos nuestra antena a la trayectoria hacia la Luna, a la órbita lunar y a la superficie, y transmitimos y recibimos señales de radio que contenían órdenes, telemetría e imágenes, así como información del vuelo obtenida de los ángulos de las antenas, de la variación de la frecuencia (efecto Doppler) y del retardo en la comunicación entre tierra y la nave. Imposible de falsificar. » (Testimonio citado con autorización.)

Es decir, para engañar a los cualificados empleados de la MSFN, la NASA tenía que haber mandado por lo menos una nave durante cada misión a la Luna (con la misma trayectoria de las misiones Apollo, incluyendo su alunizaje en el lugar exacto y posterior regreso) para simular la telemetría y todas las conversaciones de los astronautas. Al mismo tiempo, esa nave debería estar emitiendo todos los datos y vídeos de la misión en tiempo real. Esta última afirmación es insostenible, teniendo en cuenta la completa falta de pruebas para defenderla.
De todas formas, si la NASA era capaz de realizar un alunizaje (y posterior regreso) no tripulado, los inconvenientes para hacerlo con una nave tripulada no eran mucho mayores, por lo que no tiene sentido arriesgarse a realizar un fraude tan grande (con las consecuencias que ello tendría) pudiendo llevar a cabo una misión verdadera.
Por otro lado, es bastante estúpido pensar que los trabajadores de la MSFN (miles de personas en todo el mundo), que no son norteamericanos ni tienen ningún lazo con la NASA ni ningún motivo o justificación para mantener el secreto, forman parte de una gran conspiración.
Cabe también mencionar que la Unión Soviética seguía mediante sus antenas de radio las misiones Apollo, y para ellos hubiera sido un éxito propagandístico sin precedentes el hecho de desvelar al resto del mundo un montaje de estas características. Sin embargo, los soviéticos tampoco encontraron ninguna anomalía.

Por supuesto, el seguimiento de los aficionados no se limitaba a la radio, muchos astrónomos observaron y fotografiaron las naves Apollo en sus viajes a la Luna. Puede encontrarse una recopilación de estas imágenes en Telescopic Tracking of the Apollo Lunar Missions. Éste es, como ejemplo, el testimonio de Bruno Stanek, matemático suizo y astrónomo aficionado, publicado en el periódico The Birmingham News:

« En 1969/70, cuando era profesor en el Instituto Suizo de Tecnología (mucho antes de la era del PC...), resolví la solución del problema de los tres cuerpos por placer personal en nuestro ordenador CDC 1604: añadiendo los datos del momento de despegue y llegada, la altura orbital y la inclinación de las respectivas órbitas de la nave alrededor de la Tierra y en su camino hacia la Luna, y los nodos aproximados (en realidad éstos eran determinados con precisión matemáticamente, porque yo no los obtuve de las publicaciones habituales de la NASA). Obteniendo la posición x,y,z en intervalos de cinco minutos, transformé éstos a coordenadas ecuatoriales, además de coordenadas topocéntricas astronómicas y proporcioné la información a astrónomos aficionados bien equipados. Recuerdo haber mencionado mi "proyecto" durante una de mis retransmisiones en directo sobre el Apollo en la televisión nacional suiza y me llegaron dos respuestas prometedoras. Una era de un tal señor Seiler en la vecina Bavaria (Alemania) cerca de Munich que tomó astrofotografías con un telescopio de 0'5 metros. Tuvo éxito: su fotografía de larga exposición no sólo mostraba a la nave Apollo (formada por el módulo lunar y el módulo de comando, LM-CSM) en el lugar adecuado, ¡sino que incluso el vector velocidad resultó estar en la misma dirección que la traza de la nave en la fotografía! »

Puede profundizar sobre el seguimiento de los vuelos lunares en el libro Tracking Apollo to the Moon, de Hamish Lindsay (Springer-Verlag, 2001).

Los 15 principales argumentos de Bart Sibrel

Esto es una crítica de las quince principales razones que Bart Sibrel cree apoyan su opinión de que los alunizajes fueron falsificados. Escrito por Jay Windley. Traducido al español por Alberto Matallanos.

"Dick el tramposo" Richard Nixon era presidente en aquella época. Era el rey del encubrimiento, las cintas secretas y el escándalo. Piensa en todas sus travesuras en potencia que no fueron descubiertas.

Fig. 1 -Richard M. Nixon, 37º presidente de los Estados Unidos. (The White House)
A pesar de que Richard Nixon era el presidente durante el primer alunizaje exitoso en julio de 1969, no era el presidente cuando la mayoría del trabajo se realizó. De hecho, el propio Nixon no se preocupó mucho por el programa Apollo o el programa espacial en general. Consideraba que el programa espacial estadounidense era la creación de sus archi-enemigos John F. Kennedy y el sucesor de Kennedy, Lyndon Johnson. Interpretó el éxito y las alabanzas del público al programa espacial como aprobación al liderazgo Demócrata saliente.

Nixon fue investido como el 37º presidente de EE.UU. el 20 de enero de 1969. El Apollo 8, la primera misión en aventurarse a través de los cinturones de radiación de Van Allen que Sibrel afirma son tan mortales, fue lanzado el 21 de diciembre de 1968, un mes antes de que Nixon tomara el poder. Pero el diseño de la nave y los planes para la misión estaban finalizados desde mucho antes de esa fecha, durante la presidencia de Johnson. Sibrel está siguiendo al presidente equivocado.

Nixon, podríamos argumentar, no era muy bueno en los encubrimientos: le pillaron. La gente a la que se le da bien engañar no es pillada. El famoso escándalo Watergate no era más que un simple robo similar a los que se cometen diariamente por gente relativamente inexperta en Estados Unidos. Nixon no pudo llevarlo a cabo o mantenerlo en secreto. En cualquier caso, Sibrel evidentemente ha elegido a Nixon por su probado historial de ocultamientos y tratos turbios, no porque Nixon estuviera en una posición histórica para haber tenido mucha influencia en el programa Apollo.

Una misión exitosa a la Luna ofrecía un aumento de la moral y una estupenda distracción para la cercana revuelta de los ciudadanos de Estados Unidos debido a las más de 50.000 muertes en la guerra de Vietnam.

Cierto, pero no es una razón para un montaje. Después de todo, una misión Apollo exitosa podría haber conseguido esos mismos objetivos. No había ninguna necesidad de falsear los vuelos Apollo sólo para mejorar la moral. Aunque los alunizajes propiamente dichos tuvieron lugar después de la ofensiva del Tet en 1968, que puso la guerra en contra de EE.UU., los planes para los alunizajes comenzaron a prepararse en 1961, cuando la guerra no era una causa importante de preocupación social. Caracterizar al programa Apollo como una respuesta reaccionaria a la fracasada guerra en Vietnam es como empezar la casa por el tejado.

La gente que criticó la guerra de Vietnam (que, de acuerdo a Sibrel, necesitaban levantar el ánimo) también criticó los alunizajes. Los que apoyaron el envío de tropas al extranjero (y no necesitaban levantar el ánimo) respaldaron los alunizajes.

Los soviéticos tenían un superioridad respecto de EE.UU. de cinco horas frente a una en la estancia de tripulación en el espacio. Fueron los primeros en conseguir los siguientes siete importantes hitos:
1. Primer satélite artificial en órbita.
2. Primer hombre en el espacio.
3. Primer hombre en orbitar la Tierra.
4. Primera mujer en el espacio.
5. La primera tripulación de tres astronautas a bordo de una nave.
6. El primer paseo espacial.
7. El primer encuentro entre dos naves orbitales.
Esto puso a Estados Unidos en una perceptible desventaja militar en tecnología de misiles durante el apogeo de la guerra fría.

Lea esto. La habilidad para establecer récords no necesariamente es equiparable a una supremacía tecnológica.

Neil Armstrong, el primer hombre en caminar supuestamente en la Luna, se niega a dar entrevistas sobre el asunto. "No me haga preguntas y yo no le diré ninguna mentira." Collins también se niega a ser entrevistado. Aldrin, que concedió una entrevista, amenazó con demandarnos si se la enseñábamos a cualquiera.

No es cierto que los astronautas del programa Apollo se nieguen a dar entrevistas a nadie. Por lo general se niegan a dar entrevistas a teóricos de la conspiración. La mayor parte de los astronautas del programa Apollo saben quién es Bart Sibrel y cómo se gana la vida, y la mayoría le evita siempre que sea posible. Ésta es la razón por la que el señor Sibrel ha tenido que recurrir a la "emboscada" y otras tácticas engañosas como hacerse pasar por el equipo de Discovery Channel para grabar comentarios de los astronautas.

Collins ha escrito varios libros de éxito sobre sus experiencias como astronauta, y ha dado numerosas conferencias. Es uno de los astronautas más divertidos. Pero comprensiblemente no consiente entrevistas de conspiranoicos.

A pesar de su edad y su mala salud, Aldrin todavía hace muchas apariciones públicas y en televisión. Le encanta hablar sobre sus experiencias. Pero no le gusta que le llamen mentiroso en público, que es lo que supo que Sibrel planeaba hacer. Si Aldrin hubiese tenido el derecho legal a la demanda es discutible. Pero su sentimiento es ciertamente comprensible.

Armstrong concede entrevistas, pero prefiere no aparecer delante de las cámaras. Es tímido. Cualquiera que lo conoce desde que era un desconocido piloto de pruebas atestigua que prefería ser reservado. La afirmación entre comillas, "No me haga preguntas y yo no le diré ninguna mentira", no es una cita de Armstrong; es una declaración de Sibrel buscándose así una razón menos obvia para que Armstrong se niegue a hablarle. Que Sibrel ponga sus propios comentarios en citas como ésa, dando a entender que Armstrong lo dijo, es bastante engañoso.

Armstrong da conferencias. Habló cara a cara para la televisión con Patrick Moore, presentador del programa de la BBC The Sky At Night, en 1970. Presentó un documental de la televisión estadounidense llamado Man On the Moon (El hombre en la Luna). Y ha sido entrevistado numerosas veces para el archivo digital Apollo Lunar Surface Journal. Claramente Armstrong no se está escondiendo de preguntas "difíciles".

Entendemos los sentimientos de Sibrel hacia Armstrong. Armstrong fue probablemente la razón por la que Sibrel fue despedido de su trabajo como cámara para una estación de televisión de Nashville (Tennessee). Sibrel fue arrestado por entrar sin permiso en la propiedad de Armstrong después de que éste le negara una entrevista. Sospechamos, aunque no lo podemos probar, que Sibrel está motivado por intereses personales.

Nuevas fotografías retocadas corrigen errores de versiones hechas públicas previamente. ¿Por qué estarían actualizando fotografías de hace treinta años si realmente fueron a la Luna?

Fig. 2 -Detalle de la fotografía en la que una "C" parece estar escrita sobre una roca. (NASA: AS16-107-17446)
Sibrel se refiere a la tristemente célebre imagen de la roca con una C (Fig. 2). No tiene absolutamente ninguna evidencia de que la fotografía ha sido retocada recientemente. Ésa es simplemente su interpretación del hecho de que existen dos versiones diferentes de esa fotografía: con y sin la marca.

La peculiar marca con forma de C en la roca ha sido localizada indiscutiblemente en su origen: una fibra en una de las copias de esta fotografía. La transparencia original no contiene la marca. El negativo original no contiene la marca. Todas las copias (excepto una) no contienen la marca. La marca existe en una sola copia.

Es desafortunado que esta copia fuera digitalizada y como consecuencia se convirtiera en la más divulgada. Pero la opinión de Sibrel de que esta fotografía fue retocada para eliminar una supuesta evidencia de marcas de decorados es completamente infundada. Sibrel está intentando hacer que la observación encaje con su conclusión predeterminada. Hay abundantes pruebas de fibras similares en otras copias. Sencillamente no se puede manejar y almacenar decenas de miles de fotografías sin que se produzcan manchas de polvo en algunas de ellas. El esfuerzo en limpiarlas cuando están sucias es evidencia de estar preservando el archivo intacto, no evidencia de estar falsificándolo.

Vídeos perdidos que han sido redescubiertos muestran a la bandera estadounidense ondeando en el viento. El viento fue probablemente causado por el intenso aire acondicionado usado para enfriar a los astronautas en sus aligerados y poco ventilados trajes espaciales. Los sistemas de refrigeración en la mochila de los trajes habrían sido eliminados para aligerar la carga, que no estaba diseñada para la gravedad terrestre, seis veces mayor que la lunar. De lo contrario habrían podido caerse.

Sibrel le da mucha importancia a haber descubierto "vídeos poco frecuentes" y "fotografías no divulgadas". Todo lo que muestra en su vídeo a excepción de unos pocos fragmentos ha sido de dominio público durante treinta años. Trata de impresionarnos con su habilidad para navegar a través de la página web de la NASA. Si fuera realmente tan ingenioso sería de esperar que hubiera descubierto las otras copias de la fotografía de la roca con la C... que son públicas desde hace más de treinta años y no muestran la "C" en ellas.

Los astronautas se entrenaron con un Portable Life Support System (PLSS, la mochila del traje) de prueba que simulaba lo que el PLSS real pesaría en la Luna. Y mientras trabajaban con este equipo, una unidad de refrigeración independiente de un tamaño considerable les proporcionaba aire fresco y renovado. Las mochilas de prueba no funcionaban. No contenían ninguna unidad de refrigeración verdadera, como tenían las reales. Las unidades reales sólo funcionarían en el vacío del espacio. Desde luego, las mochilas reales eran bastante pesadas, y también inútiles en la Tierra.

El argumento de la bandera ondeando es bastante viejo. Los "vídeos perdidos" de Sibrel no son nada diferentes de lo que hemos visto desde 1969... la bandera no "ondea en el viento", se mueve al manipular los astronautas el mástil.

Fotografías ampliadas muestran que debajo de las 10.000 libras de empuje del motor del módulo lunar el suelo se encuentra completamente intacto. Durante las pruebas en tierra había una gran preocupación de que el módulo cayera al agujero creado por el motor durante el descenso. Un descuido que tuvieron que mantener para el resto de misiones lunares. Lo atribuyeron al efecto de la falta de atmósfera (¡excepto para la bandera ondeando en el viento!)

De hecho, las fotografías ciertamente no muestran el suelo "intacto". De cerca podemos ver que exactamente debajo de la tobera el polvo lunar ha sido volado hacia fuera mostrando así la dura capa subyacente. Fotografías tomadas desde una cierta distancia y desde órbita muestran el más sutil efecto de los gases de escape... una aclaración del suelo.

El módulo lunar nunca fue probado en la Tierra. No podría haberlo sido. Su motor no era lo suficientemente potente para elevarlo contra la gravedad terrestre, y los elementos de la estructura del módulo lunar no podían sujetarse a sí mismos bajo la carga de un vuelo completo en la gravedad terrestre. La única manera de probar el LM en la Tierra habría sido probar una versión profundamente modificada del mismo, que no hubiera sido una prueba útil.

Antes de que nada hubiese aterrizado en la Luna, había cierta preocupación sobre que el motor pudiera crear un gran agujero, pero esto ocurría cuando los científicos creían que la Luna podría estar cubierta de una muy gruesa capa de polvo esponjoso. Pero después de que las naves Surveyor hicieran varios alunizajes exitosos y probaran la solidez de la superficie lunar, no había ninguna preocupación particular sobre las naves Apollo.

Una discusión completa de este tema se encuentra aquí.

Las "fotografías poco frecuentes, no divulgadas" de Sibrel han estado disponibles desde la década de 1970. Sus grabaciones "exclusivas" están disponibles (sin edición) en varias fuentes.

Fotografías poco frecuentes, no divulgadas, supuestamente tomadas en la superficie de la Luna, muestran escenas supuestamente iluminadas exclusivamente por el Sol. Sin embargo contienen sombras que no son paralelas entre ellas, indicando que se ha usado luz artificial suplementaria. La luz del Sol proyectaría sombras que no se cruzarían nunca.

De nuevo, las fotografías en cuestión no son raras. Ni han sido "no divulgadas". Han estado disponibles en la NASA y en el Instituto Lunar y Planetario desde principios de los años 70, y empezaron a ser digitalizadas y puestas en línea desde mediados de los 80.

Los ejemplos de sombras "imposibles" de Sibrel han sido reproducidos fácilmente por fotógrafos tomando imágenes de sombras proyectadas por el Sol. Las leyes de la perspectiva contemplan que líneas que son verdaderamente paralelas no tienen por qué aparecer paralelas en las fotografías.

La Luna está a 250.000 millas de distancia. El transbordador espacial nunca ha ido más allá de 400 millas de altura sobre la Tierra. A excepción de los astronautas del Apollo, ningún humano afirma haber ido más allá de la órbita baja terrestre. Cuando los astronautas del transbordador espacial llegan a una altitud de 400 millas, la radiación de los cinturones de Van Allen les forzaron a una altitud menor. La radiación de los cinturones de Van Allen existen porque el campo magnético de la Tierra atrapa el viento solar.

Los cinturones de Van Allen están tratados aquí. Sibrel no se siente cómodo discutiendo los detalles de la radiación de Van Allen, pero eso no nos detendrá a nosotros. Y de hecho, las misiones Gemini 10 y 11 volaron a través de los cinturones de Van Allen bastante antes que las Apollo.

Si está lloviendo fuera te abrigas bien y coges un paraguas, si no, te vistes de forma oportuna. El transbordador espacial está diseñado para la órbita baja terrestre. El módulo de comando del Apollo estaba diseñado para volar a través de los cinturones de Van Allen. Es una cuestión de intención. Es importante recordar que las naves Apollo atravesaron los cinturones de Van Allen. Esto supone un sola y breve exposición... y otra de regreso. Orbitar dentro de los cinturones de Van Allen expone a los ocupantes continuamente a la radiación. Incluso si la radiación es menos intensa, es más peligroso exponerse a una dosis pequeña continuamente que una sola dosis algo mayor.

El señor Sibrel olvida mencionar lo que afirmó a la audiencia del programa de radio Coast To Coast AM con George Noory el 6 de enero de 2003 cuando utilizó por primera vez este argumento. Vea aquí para más detalles: ¡Sibrel ha admitido sin quererlo que los astronautas de los vuelos Apollo probablemente pasaron a través de los cinturones de Van Allen!

Adicionalmente, el filme de Sibrel, A Funny Thing Happened on the Way to the Moon, afirma que los cinturones de Van Allen empiezan a 1.000 millas de altura, no 400 millas. ¿En qué quedamos?

La parte superior del módulo lunar que aterrizó en la Luna supuestamente salía de la Luna con dos astronautas a bordo, entraba en órbita lunar a 60 millas de altura, y atracaba con el módulo de comando en órbita lunar. Mirar su diseño y pensar que en realidad eso podía haber ocurrido es absolutamente absurdo. Los depósitos de combustible no eran ni mucho menos un sexto del tamaño de los depósitos del transbordador, como sería de esperar para alcanzar órbita lunar.

Para decirlo suavemente, este argumento es extremadamente ignorante. Con la salvedad de que llamarlo argumento sería un cumplido. Es más que nada una risotada de Sibrel.

Primero, la profesión del Sr. Sibrel es cámara de televisión. Su opinión sobre lo que hace adecuada o no a una nave espacial es irrelevante a menos que pueda mostrar dónde tomó clases nocturnas en ingeniería aeronáutica. Capacitados ingenieros no tienen ningún problema en aceptar al módulo lunar como un aparato probable. De hecho, la NASA y Grumman [compañía que diseñó y fabricó los módulos lunares] publicaron especificaciones muy detalladas sobre el módulo lunar para permitir a cualquier persona con conocimientos técnicos verificar su funcionamiento.

Argumentar que el módulo lunar debería haber necesitado un sexto del combustible del transbordador es entender completamente mal cómo funciona la necesidad de combustible en los vehículos espaciales.

Primero, el módulo lunar y el transbordador usan tipos de combustible completamente diferentes. El del transbordador es criogénico: gas comprimido hasta alcanzar el estado líquido para que ocupe menos espacio. (La masa es la misma, a pesar de ello.) El del módulo lunar es líquido a temperatura ambiente. Por ejemplo, un depósito de helio de los que se usan para llenar globos parece que contiene sólo unos pocos litros. Pero servirá para llenar varios miles de globos, lo que supone un gran volumen. El combustible criogénico para cohetes está comprimido incluso más densamente que el helio puesto de ejemplo.

Segundo, el transbordador pesa mucho más. Tan sólo el orbitador pesa aproximadamente 200.000 libras (91.000 kilogramos) en la gravedad terrestre. La etapa superior del módulo lunar pesa sólo unas 2.000 lbs (910 kg) en la gravedad lunar, incluyendo a los astronautas. Es una diferencia en peso muy grande. (Algo menor en masa, de todas maneras.)

Tercero, no hay una relación simple entre combustible necesario y masa del cohete. Supongamos que la masa a poner en órbita es de 1.000 kg. Le añadimos 10 kilogramos. Esto significa que tenemos que proporcionar al cohete más combustible para transportar esa mayor carga a una altura determinada. ¡Pero espera! El combustible que acabamos de añadir supone más masa en el cohete. Así que tenemos que añadir más combustible para elevar el combustible que añadimos por el aumento inicial de la carga. Así que no es cierto que añadir un 10% a la carga requiere simplemente un 10% más de combustible. Añadir 10 kg de masa al cohete puede fácilmente requerir 200 kg o más de combustible adicional.

Cuarto, la Tierra tiene atmósfera. El transbordador tiene que abrirse camino a través de la atmósfera, lo que requiere mayor fuerza para vencer la resistencia atmosférica. Y la resistencia es considerable: aumenta en función del cuadrado de la velocidad. Esta fuerza proviene de combustible adicional. Si no hay rozamiento atmosférico, no se necesita más combustible.

La atmósfera supone un impedimento adicional. Para orbitar alrededor de la Tierra, es necesario salir fuera de la atmósfera. Teóricamente se podría orbitar la Tierra a una altura de 60 millas (96 kilómetros), pero allí todavía hay aire, y a la velocidad necesaria para mantenerse en órbita, la resistencia atmosférica es suficiente para frenar la nave muy rápidamente. Por ello, el transbordador necesita orbitar a una altura en torno a las 150 millas (240 km), donde la densidad del aire sea lo suficientemente baja como para que la resistencia sea insignificante durante unas semanas. Pero en la Luna no hay aire. Se puede orbitar a una altitud mucho menor... justo la suficiente para evitar las montañas. Una altitud menor supone menor gasto de combustible.

La superficie de la Luna se encuentra en el vacío. El módulo de aterrizaje se habría calentado hasta los 250 grados Fahrenheit en la cara iluminada, donde alunizaron. No hay ninguna manera de que hubieran podido rechazar el calor todo el tiempo durante 72 horas, como afirman que sucedió en algunas misiones Apollo. ¿Cuánto tiempo piensas que puedes mantener enfriado tu coche en un día caluroso quedándote sin batería?

Este argumento es sospechosamente parecido al cálculo de Ralph Rene [otro teórico de la conspiración]. De todas maneras, revela una ignorancia alucinante de la termodinámica.

No cabe duda de que un objeto al Sol se calentará, y sin una atmósfera que ayude a evacuar el calor, el objeto se calentará más en el vacío... en su lado iluminado.

Cualquier objeto puesto al Sol estará mitad iluminado y mitad en sombra. A menos que sea muy pequeño, de un tamaño de medio centímetro, la temperatura no será la misma en toda su superficie, ni siquiera dentro de él. El lado soleado estará mucho más caliente que la parte ensombrecida. Esto es fácil de verificar incluso en la Tierra. Así que decir que todo el "módulo de aterrizaje" alcanzaría una temperatura concreta es una ingenuidad.

Dado que el Sr. Sibrel no nos dice cómo llegó a ese resultado, no podemos determinar si su afirmación es defendible o no. Pero si está copiando directamente de Ralph Rene, como sospechamos, podemos encontrar muchos defectos en ella.

Rene simplemente conjetura los valores de suma importancia para la emisividad y la absorción. En una interpretación ingenua de la ley de Kirchhoff, usa la misma cifra para ambas y asume que ese número completamente inventado (él mismo lo ha reconocido) es el mismo para todos los materiales utilizados en el módulo lunar.

El otro factor extremadamente importante en la transferencia de calor por radiación es el ángulo con el que la luz incide en la superficie. La luz que llega perpendicular transmite la máxima energía, mientras que la luz que incide con un ángulo muy bajo transmite muy poca. Rene ni siquiera habla de esto en sus cálculos. En la práctica, el análisis de la transferencia de calor por radiación se realiza creando un modelo geométrico por ordenador y calculando el calor transferido teniendo en cuenta estos ángulos y la reflexión. Esto es lo que se hizo en la década de 1960 para el módulo lunar. Rene simplemente resuelve una ecuación y cree que es una estimación apropiada.

Y lo mismo hace, aparentemente, el Sr. Sibrel. De hecho, cualquiera con un cierto conocimiento sobre transferencia de calor simplemente sacude la cabeza con estupor por la increíblemente mala pseudociencia del argumento de Sibrel.

Echa un vistazo al módulo lunar que supuestamente voló de la órbita lunar a la superficie de la Luna. Tiene una forma cilíndrica con un centro de gravedad alto y un motor de gran empuje debajo. Tras mirar su diseño, pensar que no empezaría a girar inmediatamente y chocaría, como hizo el simulador del módulo lunar tres semanas antes en la Tierra, es absurdo.

De nuevo, el señor Sibrel, el cámara, manifiesta ser capaz de considerar la estabilidad y la valía de un vehículo espacial simplemente mirando fotografías del mismo.

Como discutimos aquí (en inglés), el módulo lunar es en realidad un diseño muy estable. La opinión de Sibrel se basa en una inspección desinformada. Un análisis de acuerdo a los principios básicos de la física confirma la estabilidad de la nave.

Sibrel no aporta ningún argumento para apoyar su afirmación de que el centro de gravedad del módulo lunar es alto. De hecho, tanto en la etapa superior como en la inferior del LM, los depósitos de combustible (la parte más pesada de la nave) se encuentran lo más bajos posible dentro de la estructura. Esto supone una gran mejora respecto de los cohetes cilíndricos, cuya forma viene dictada por la aerodinámica.

De modo similar, nada sustenta su argumento de un motor "de gran empuje" debajo. Hay ciertamente un motor principal tanto en las etapas superior e inferior del módulo lunar, pero en ninguno de los dos casos está simplemente fijado en la parte de abajo. En ambas se encuentra lo más arriba posible en la estructura. El motor de descenso está en realidad dentro de la etapa de descenso. Y su tobera podía ser girada.

Desde un punto de vista de análisis físico, el diseño del módulo lunar es considerablemente más estable que un cohete típico de hoy en día. La afirmación contraria de Sibrel no es más que su deseo.

Como anotamos aquí (en inglés), el simulador del módulo lunar (LLRV) pilotado por Neil Armstrong se estrelló en mayo de 1968, no "tres semanas" antes del alunizaje en julio de 1969. Se estrelló no porque fuera inestable, sino porque se averió.

Después de la misión Apollo 11, Armstrong, Collins y Aldrin dieron una conferencia de prensa. Cuando fueron preguntados sobre si recordaban haber visto estrellas desde la superficie de la Luna, Collins, que estaba supuestamente en el módulo de comando todo el tiempo, dio una respuesta incorrecta a una pregunta que no debería haber contestado. El fragmento relevante de la conferencia está en mi documental; viéndolo con conocimiento de las circunstancias queda claro que estaban mintiendo sobre haber viajado a la Luna. Collins lo estropeó justo en ese momento y yo honestamente no puedo entender que se discuta más sobre todo este tema. Además, si obtienes una transcripción de la conferencia de prensa, verás que el comentario es erróneamente atribuido a Aldrin. ¿Equivocación honesta o encubrimiento?

Aquí está la parte relevante de la transcripción:

PREGUNTA: Tengo dos breves cuestiones que me gustaría preguntar, si me permiten. ¿Mientras estabais realizando ese increíble paseo lunar, encontrasteis que la superficie era igualmente firme en todos los puntos o había lugares más duros y blandos que podíais detectar? Y segundo, cuando mirabais al cielo, ¿podíais ver en realidad las estrellas en la corona solar a pesar del brillo?

ALDRIN: La primera parte de su pregunta, la superficie variaba en su grosor de profundidad en algunas regiones planas. [...]

ARMSTRONG: Nunca fuimos capaces de ver estrellas desde la superficie lunar o en el lado iluminado de la Luna a simple vista, sin mirar a través de los aparatos [por ejemplo, el telescopio de navegación del módulo lunar]. No recuerdo, durante el período de tiempo en que estuvimos fotografiando la corona solar, qué estrellas podíamos ver.

ALDRIN [en realidad Collins]: No recuerdo haber visto ninguna.

(The First Lunar Landing As Told By The Astronauts: Armstrong, Aldrin, and Collins in a Post-flight Press Conference, NASA EP-73, 1989 pt. VI)

Fig. 3 - Una de las varias fotografías de la corona solar tomada por Michael Collins y los otros astronautas del Apollo 11 durante su viaje a la Luna. (NASA: AS11-42-6179)

La respuesta de Collins es una continuación a la referencia hecha por Armstrong a la fotografía de la corona solar (Fig. 3) que había tenido lugar desde el módulo de comando durante el viaje hacia la Luna, en la que participaron los tres astronautas. (Apollo 11 Preliminary Science Report NASA SP-214, 1969, p. 39). La pregunta del periodista es un poco confusa, dado que la corona solar no puede verse desde la superficie de la Luna excepto cuando la Tierra eclipsa al Sol. O, por supuesto, desde una nave colocada de tal forma que la Tierra se encuentra entre ella y el Sol. La ruta del Apollo 11 proporcionaba justo esa oportunidad. Parece que Neil Armstrong interpretó que la expresión del reportero, "corona solar", se refería a ese experimento.

En 1967 tres astronautas se quemaron vivos en la rampa de lanzamiento. El resultado de la investigación del Congreso fue que el programa Apollo entero era un desastre y que era un milagro que no hubiera muerto nadie antes. Todos los problemas estaban supuestamente arreglados en 1969, sólo dos años después. ¿Cómo podrían haber hecho una mejora tan grande en el "control de calidad" en tan corto período de tiempo?

"El programa Apollo entero era un desastre" es una exageración bastante grande. La comisión Thompson (de la NASA) y los comités del Congreso y del Senado no investigaron el programa entero. Se concentraron en los problemas del módulo de comando. De todas formas, todos estuvieron de acuerdo en que el programa estaba yendo a una velocidad peligrosa.

El fuego del Apollo 1 ocurrió durante una prueba en tierra. Los investigadores encontraron que a pesar de que la NASA había tomado las precauciones adecuadas contra el fuego durante el vuelo real, no habían prestado suficiente atención a las condiciones de las pruebas, que eran bastante peligrosas. Hicieron suposiciones que se mostraron erróneas a posteriori. Como consecuencia, muchas de las correcciones fueron simplemente cambios en los procedimientos de las pruebas. Los procedimientos seguidos en los vuelos eran aún seguros.

Cuando se reanudaron los vuelos Apollo, se encontraban ya en la siguiente generación de naves respecto de las que se construían en el momento del fuego, y que habían ya incorporado mejoras. Las modificaciones sugeridas por los comités de investigación (puertas simplificadas, atmósfera de oxígeno más segura, etc.) fueron añadidas a los diseños.

La NASA ordenó a los contratistas priorizar todas las correcciones que tuvieran que ver con el fuego. No se realizaría ningún trabajo superfluo hasta que los cambios en el diseño fueran llevados a cabo para hacer a la nave más segura contra los incendios.

El Sr. Sibrel no tiene ninguna formación especial o conocimiento del diseño de la nave y de su construcción, por lo que su opinión sobre que dos años no es suficiente para corregir los problemas del Apollo 1 no es especialmente valiosa. Ésta es la razón por la que quizás debe exagerar el alcance y la gravedad de las conclusiones de las varias comisiones de investigación. Debe hacer que los problemas parezcan muy serios y extendidos para que el corto período de recuperación sea sospechoso.

Todas las misiones Apollo permanecieron en órbita baja terrestre durante el vuelo. Nosotros descubrimos algunos vídeos sin editar, no identificados, de la NASA que muestran a la tripulación del Apollo 11 haciendo una escena para simular que se encontraban a mitad de camino hacia la Luna. Este vídeo, mostrado en nuestro documental, prueba que no abandonaron la órbita baja terrestre.

Sibrel no tiene verdadera evidencia de que las naves Apollo permanecieron en órbita baja terrestre todo el tiempo, ni puede explicar cómo podría haber permanecido durante dos semanas sin ser vista en el cielo. Habría sido el objeto más brillante después de la Luna y Venus. Y se habría estado moviendo tan deprisa que hubiera cruzado el cielo en unos tres minutos. Objetos brillantes en el cielo, moviéndose deprisa, atraen la atención. Sibrel argumenta que millones de personas durante seis misiones que duraban más de una semana no lo vieron.

Lo que Sibrel muestra es una grabación de los astronautas practicando para una próxima retransmisión a la Tierra. Debido a que la televisión en el interior del módulo de comando se añadió en el último minuto, no habían tenido tiempo para practicar demasiado con la cámara. Por ello experimentaban con diferentes posiciones y parámetros de la cámara. Alguien en el centro de control lo grabó. Sibrel nota varios comentarios que no puede explicar sobre la base de sus expectativas, y concluye, por tanto, que los astronautas "deben" haber estado haciendo un montaje. Eso es todo. Ésa es su prueba, su "pistola humeante".

Y no es cierto que sólo se puedan ver esas escenas comprando el vídeo de Sibrel. Están disponibles, sin edición alguna y sin la "interpretativa" voz de Sibrel por encima, en el completo DVD del Apollo 11 en Spacecraft Films. El Sr. Sibrel sólo muestra algunos fragmentos del vídeo, los que él considera tan importantes.

La revista esotérica 'Enigmas' plagió parte del material de esta web

Un artículo publicado en noviembre de 2006 en la revista esotérica 'Enigmas' contiene varios párrafos plagiados de esta página web, sin citar su origen. Debo decir que la única razón por la que lo denuncio aquí es para dejar claro quién ha plagiado a quién, y que no he sido yo quien ha copiado algo. Como dije en la carta de protesta que envié a la revista y que reproduzco más adelante, no me molesta que se hayan basado en mi trabajo, sino que no me citen. Luis Alfonso Gámez, periodista científico del diario 'El Correo', denunció el plagio al ser informado de ello en su bitácora 'Magonia, una ventana crítica al mundo del misterio', donde se cuenta la historia con más detalle.

He de aclarar que no soy lector habitual de 'Enigmas' ni he comprado nunca la revista (aunque sí la he ojeado y he leído ejemplares prestados), por aquello de no regalar mi dinero a los que viven de vender una y otra vez cuentos pseudocientíficos ya demostrados falsos y mitos sin una sola prueba sólida. Me enteré del plagio a través de la versión web de la revista, unos meses después de su publicación, mientras estaba buscando nueva información sobre la Luna, algo que hago habitualmente. En marzo de 2007, envié el siguiente correo electrónico a la redacción de 'Enigmas':

Les escribo para informarles que su revista plagió en el número de noviembre de 2006 unos párrafos de mi web dedicada a desmontar la teoría del fraude en la llegada del hombre a la Luna (http://intercosmos.iespana.es/luna/). El artículo concreto de 'Enigmas', firmado por Jaime Cuevas, Iván Blánquer y Juan Acosta, es el siguiente:
http://www.akasico.wanadoo.es/akasico/html/carticulos/162942_1.html
http://www.akasico.wanadoo.es/akasico/html/carticulos/162942_2.html

Pueden ver la comparación de ambos textos en la siguiente dirección:
http://intercosmos.iespana.es/reportajes/luna/plagio-lunar.htm
Si tienen dudas al respecto, podrán comprobar que mi texto es más antiguo haciendo una breve consulta en el 'Internet Archive' (http://www.archive.org/).

No me molesta que se hayan basado en mi trabajo, sino que no me citen. Además, su texto está tan poco preparado que se pueden leer cosas como "Alternative Tree", "Bill Kaysong" y "We never end to the Moon", en lugar de lo correcto: "Alternative Three", "Bill Kaysing" y "We never went to the Moon". Agradecería que hicieran una aclaración en el próximo número impreso de su revista, y que hicieran una mención a mi web y colocaran un enlace en el artículo colgado en su página web.
Un saludo,
Alberto Matallanos.

Justo un mes más tarde (32 días exactamente) recibí la respuesta, en la que amablemente se me aseguraba que mi carta sería publicada en el próximo número de la revista. En lugar de eso, en el número de junio publicaron una "aclaración" firmada por la redacción en la que se insinúa que ambos textos (el mío y el de 'Enigmas') provienen de una tercera fuente, "una primera noticia aparecida en varios medios generalistas", de la que no dan más detalles. Según he podido saber, en un foro privado relacionado con 'Enigmas' se ha dicho que la supuesta fuente es un artículo de Space.com aparecido el 13 de agosto de 2006. La razón de que no citaran expresamente dicha fuente en la aclaración impresa es bien obvia: no pueden demostrar que ni uno sólo de los contenidos de esta web está sacado de dicho artículo.
En cambio, hay una manera muy sencilla de comprobar que mi texto es previo a noviembre de 2006, fecha del plagio: consultando el Internet Archive, que almacena versiones antiguas de millones de páginas web, clasificadas por fechas. Los autores del plagio quizá pensaron que nadie se daría cuenta del mismo, así que espero que esto les sirva de escarmiento para no volver a utilizar un trabajo sin citarlo. Hay una diferencia enorme entre informarse en diferentes sitios y escribir un texto original citando fuentes, como hago yo, y en hacer un "corta y pega" retocándolo ligeramente, con errores garrafales y sin citarme en su debido momento, como hicieron en 'Enigmas'. Como se puede comprobar a continuación, el plagio es más que evidente.


Texto publicado por 'Enigmas':

Texto original:
"Desaparecen casi todas las grabaciones del viaje a la Luna". Así han titulado, en un ejercicio de verdadero mal periodismo, algunos medios como el diario gratuito '20 minutos', a raíz de la publicación en mayo de 2006 de un trabajo del científico John Sarkissian, del observatorio Parkes, en Australia. ¿De verdad han desaparecido? Pues no, dejémoslo claro desde un principio: todas las fotografías y grabaciones de vídeo de los paseos lunares (desde el Apollo 11 hasta el Apollo 17) permanecen digitalizadas en la página del Apollo Lunar Surface Journal, donde cualquier persona las puede ver.
En el informe de Sarkissian, titulado The Search for the Apollo 11 SSTV Tapes (la búsqueda de las cintas SSTV del Apollo 11), podemos leer que lo que en realidad se han perdido son unas 700 cajas de cintas de datos que, además de telemetría, contienen grabaciones del Apollo 11 de mejor calidad que las conocidas hasta ahora. Por supuesto, Sarkissian no duda que se llegara a la Luna, ni da pábulo a las teorías de la conspiración. De hecho, debido a la publicación en varios medios de noticias del mismo estilo que la de '20 minutos', Sarkissian, un poco molesto por toda la situación creada, ha tenido que aclarar en Space.com, que no se han perdido cintas originales ni documentación sobre los paseos lunares. Simplemente se están buscando unas cintas que eran copias de seguridad.
Y aquí es necesario hacer un inciso, para aclarar qué contienen exactamente esas cintas. Por diversas razones técnicas que se explican con más detalle en otra sección de esta página, las imágenes de vídeo que el Apollo 11 retransmitió a la Tierra no eran compatibles con el estándar de la televisión de aquella época. Eran imágenes de tipo Slow-Scan Television (SSTV). La solución que se adoptó fue utilizar un convertidor RCA, que consistía en una cámara RCA TK-22 Vidicon que grababa de un monitor SSTV en el que se mostraban esas imágenes según se recibían de la Luna, y estas imágenes, ya estandarizadas, se emitieron al resto del mundo. Con ello se consiguió solventar el problema, pero se perdió calidad de imagen en el proceso, y lo que pudieron ver todos los telespectadores fueron aquellas famosas imágenes, bastante borrosas y en blanco y negro. Las imágenes recibidas directamente de la Luna, de mejor calidad, fueron grabadas como copia de seguridad en cintas analógicas, las cintas SSTV antes mencionadas, y permanecieron almacenadas durante años, primero en el centro espacial Goddard, luego en los Archivos Nacionales (US National Archives) y después de nuevo en Goddard.
La teoría del fraude lunar es en buena medida uno de los buques insignia del sentimiento antiestadounidense y, en especial, de la permanente incredulidad (que no escepticismo) de un cierto sector de la sociedad hacia las llamadas versiones oficiales o gubernamentales.

Es también una muestra del escaso pensamiento crítico y racional que manifiestan algunas personas a la hora de analizar hechos históricos. Acostumbrados como estamos a los efectos especiales de las películas actuales, no es del todo extraño que haya quien crea que los primeros viajes lunares tripulados, realizados entre 1968 y 1972, pudieron ser falsificados por la NASA para ganar la carrera espacial mantenida con la Unión Soviética y, de paso, asombrar al mundo entero.

Los conspiracionistas afirman que la telemetría era falsificada con un satélite de la NASA que orbitaba alrededor de la Tierra (el TETR-A). Esta idea es sencillamente falsa. Si hubiera sido así, los radioaficionados y los equipos de las antenas de seguimiento se hubieran dado cuenta de ello, ya que los satélites artificiales cercanos a la Tierra completan una órbita en (como mínimo) unos 90 minutos. Es decir, cruzan el cielo muy rápidamente, mientras que la trayectoria de una misión lunar hace que la variación de la posición de la nave en el cielo no sea muy grande durante el viaje.
La organización encargada de recibir la telemetría de las naves Apollo era la MSFN (Manned Space Flight Network, o Red de Vuelos Espaciales Tripulados), cuya red de radiotelescopios, antenas, barcos y aviones repartidos por el mundo (para permitir un seguimiento continuo) permitían a la NASA disponer en todo momento de la información en el MCC (Mission Control Center). El sistema de la MSFN era tan preciso que era capaz de detectar el más mínimo movimiento de la nave durante su vuelo (incluso detectaban el ligero movimiento que se producía cuando los astronautas expulsaban los desperdicios al espacio) gracias al efecto Doppler (el cambio en la frecuencia de onda como consecuencia del movimiento relativo de la nave con respecto a la Tierra). Los técnicos y científicos que trabajaban en la MSFN por todo el mundo (que no pertenecían a la NASA) no detectaron ninguna anomalía en la señal recibida.

La falsa cita de la astrónoma Maria Blyzinsky

Muchas páginas web que se muestran a favor de la teoría del fraude lunar, incluyen entre sus argumentos la supuesta cita de Maria Blyzinsky. La cita varía de sitio en sitio, pero suele ser similar a la siguiente:
« Maria Blyzinsky, directora de astronomía del observatorio de Greenwich (Londres), afirma que en la luna, a falta de atmósfera las estrellas son totalmente visibles y tienen mayor brillo. Pero en esta imagen, no se ve ninguna. »
Dado que el argumento de la falta de estrellas en las fotografías es ridículo, y ha sido adecuadamente explicado, era muy extraño que un científico respaldara tal afirmación. Para confirmar o desmentir la autenticidad de esta cita, contacté con ella mediante correo electrónico, a través de la página web del Observatorio Real de Greenwich. Ésta fue su respuesta:
Dear Alberto Matallanos,

Many thanks for your e-mail. Yes - I find it very amusing about the quote concerning the Apollo Missions because I receive regular 'fan mail' about it. Several years ago, the museum wrote to the web site requesting them to remove the quote, but they ignored us. I'm afraid this seems to be the way conspiracy stories evolve - through bad journalism and bad research.

I worked at the Royal Observatory in Greenwich for five years as Curator of Astronomy - which means I was a subject specialist for the history of astronomy and curated the historic astronomy collection (eg astrolabes, sundials etc). The Observatory has been part of the National Maritime Museum since the 1950s. It is not a working observatory.

I have no recollection of being asked questions about the Apollo Missions. I would not have been qualified to answer such questions and would have referred any enquiries to the working observatory which was then based in Cambridge.

Yours sincerely

Maria Blyzinsky
Exhibitions Manager
National Maritime Museum and Queen's House, Greenwich, London, SE10 9NF

Cuya traducción al español es:

Estimado Alberto Matallanos,

Muchas gracias por su correo electrónico. Sí, encuentro muy divertido lo de la cita acerca de las misiones Apollo porque recibo habitualmente 'cartas de los fans' sobre ello. Hace unos años, el museo escribió al sitio web pidiéndoles la retirada de la cita, pero nos ignoraron. Me temo que éste parece ser el camino por el que se desarrollan las historias sobre conspiraciones, por el mal periodismo y la mala investigación.

Trabajé en el Observatorio Real de Greenwich durante cinco años como conservadora de astronomía, lo que significa que yo era una especialista para la historia de la astronomía y conservaba la colección astronómica histórica (por ejemplo, astrolabios, relojes de sol, etc.). El Observatorio ha formado parte del Museo Marítimo Nacional desde los años cincuenta. No se trata de un observatorio en funcionamiento.

No recuerdo haber sido preguntada acerca de las misiones Apollo. No habría estado capacitada para responder tales preguntas y habría preferido que me hubieran pedido información sobre el observatorio en activo, cuya sede estaba entonces en Cambridge.

Atentamente

Maria Blyzinsky
Directora de exposiciones
National Maritime Museum and Queen's House, Greenwich, Londres, SE10 9NF


A pesar de todo, la cita de Maria Blyzinsky figura en decenas de páginas que apoyan la teoría del fraude, y difícilmente rectificarán. En realidad, este tipo de páginas nunca se ha caracterizado por su rigor. Pero Internet no ha sido el único medio que ha propagado la cita espuria. Un conocido autor de libros sobre conspiraciones, Santiago Camacho, dio por buena la referencia a Maria Blyzinsky en su falaz libro "20 grandes conspiraciones de la Historia", sin ni siquiera cerciorarse de su autenticidad, mostrando de paso las pocas molestias que se toma este "periodista de investigación" para comprobar la veracidad de afirmaciones como éstas.
El error de Camacho es aún más flagrante, porque incluso la cita como "Maria Blyzinky" (omitiendo la "s" del apellido), debido a una errata que al parecer se ha propagado a casi todas las páginas web que la citan en español (de hecho, por increíble que parezca, en Google hay menos resultados si se busca el nombre verdadero que el que contiene la errata).
Este asunto ha sido recogido también por la bitácora escéptica 'Magonia, una ventana crítica al mundo del misterio': El 'alucinaje' de Santiago Camacho: las declaraciones inventadas de una astrónoma.

¿Extraterrestres en la Luna?

La teoría que afirma que las misiones Apollo a la Luna fueron grabadas en un gigantesco plató de televisión no es la única idea extravagante surgida en torno a los primeros alunizajes tripulados. Hay quien cree que los astronautas vieron ovnis y fueron perseguidos o vigilados por ellos, y que en la Luna existen ruinas de otras civilizaciones. Los astronautas del programa Apollo han negado siempre estas historias. Incluso Edgar Mitchell, tripulante del Apollo 14 y entusiasta defensor de los ovnis, se ha cansado de repetir que no vio platillos volantes ni ruinas durante su viaje y estancia en la Luna [1]. Aun así, las mismas historias ufológicas se repiten de forma acrítica una y otra vez.

Un diálogo inventado
La versión más difundida de los supuestos avistamientos se atribuye al Apollo 11, y es la transcripción mostrada a continuación. Según los partidarios de su autenticidad, en una frase que se repite sin variar una coma en decenas de artículos y páginas web crédulas, "Otto Binder, ex empleado de la NASA, dijo que esta conversación entre Houston y el Apollo 11 fue escuchada casualmente por unos radioaficionados que pueden captar un 'canal reservado' para estos mensajes":

Houston: What was it, what the hell was it? That's all I want to know....
     
Apollo 11: These. . . (garbled) . . .babies were huge, sir, they were enormous....
No, No, that's just field distortion....
     Oh, God, you wouldn't believe it....
What...what...what the hell's going on? Whatsa matter with you guys . . . ?
     They're here, under the surface....
What's there.. .malfunction. . .Mission Control calling Apollo 11....
     Roger, we're here, all three of us, but we've found some visitors....
     Yeah, they've been here for quite a while judging by the installations....
Mission control, repeat last message....
     I'm telling you, there are other spacecraft out there. They're lined up in ranks on the far side of the crater edge....
Repeat, repeat....
     Let's get that orbit scanned and head home....
     In 625 to the fifth, auto-relays set...My hands are shaking so bad....
     Film...yes, the damned cameras were clicking away from up here...
Did you fellows get anything?
     Had no film left by the time. . . (garbled) . . . three shots of the saucers, or whatever they were. . .may have fogged the film.
Mission Control, this is Mission Control...are you under way, repeat, are you under way? What's this uproar about UFOs? Over.
     They're set up down there...they're on the moon... watching us....
The mirrors, the mirrors . . . you set them up, didn't you?
     Yes, the mirrors are all in place. But whatever built those spacecraft will probably come over and pull 'em all out by the      roots tomorrow.... Over and out.

Una versión similar traducida al español fue publicada por el ufólogo y novelista J. J. Benítez, en su libro "Ovnis: SOS a la humanidad. La insólita experiencia de un periodista español en Perú" (1975):

«¡Oh, Dios, nadie lo va a creer!»
- Houston: ¿Qué es, diablos, qué es? ¡Es lo único que quiero saber!
- Apolo 11: Estas pequeñas cosas son gigantescas, son enormes... No, no, lo de ahora era una desfiguración óptica del terreno. ¡Oh, Dios, nadie lo va a creer!
- H: ¿Qué... qué... qué diablos está ocurriendo allí? ¿Qué os pasa, chicos?
- A. 11: Están allí, bajo la superficie.
- H.: ¿Qué hay allí? [Interferencias, ruido] Control llamando a Apolo 11.
- A.11: Roger, estamos aquí los tres, pero vimos unos visitantes. Estuvieron aquí un rato, observando los instrumentos.
- H.: Orden de control: ¡Repetid el último informe!
- A. 11: Digo que había otras astronaves. Están alineadas en el otro borde del cráter.
- H.: ¡Repetid, repetid!
- A. 11: Dejadnos sondear esta órbita y a casa... En 625 al 5... Relé automático conectado... Mis manos tiemblan tan fuerte que no puedo hacer nada. ¿Filmar? Cielos, sí, esas malditas cámaras han filmado.
- H.: ¿Habéis captado algo?
-A. 11: No tenía ninguna película a mano [ruidos], tres disparos de los platillos o de lo que fuera pueden haber estropeado la película.
- H.: Control de mando, aquí, control de mando. ¿Estáis ya en camino? ¿Qué hay con ese jaleo de los ovnis? Cambio.
- A. 11: Han aterrizado ahí. Están en la Luna y nos observan.
- H.: Los espejos, los espejos. ¿Los habéis colocado?
- A. 11: Sí los espejos están en su sitio. Pero quien haya fabricado semejantes astronaves puede seguramente venir y quitarlos mañana mismo del suelo. Cambio y fuera.

Pues bien, todo indica que se trata de una burda invención, empezando por la escasa verosimilitud que desprende el texto entero, que parece sacado de una película de ciencia-ficción de serie B. Pero hay más: "Mission Control" era un término que nunca usaban ni los astronautas ni los técnicos en tierra para referirse al centro de control de la misión; decían siempre "Houston" (la ciudad donde se encontraba), que era mucho más corto y fácil de pronunciar. (Por ejemplo, recuerde el famoso "Houston, tenemos un problema" del Apollo 13.)
La jerga técnica que parecen estar usando ("field distortion", "orbit scanned", "625 to the fifth", "auto-relays", etc.) es completamente disparatada. No sólo no existe referencia alguna a estos términos en ninguna fuente de información sobre el proyecto Apollo, sino que sencillamente ha sido inventada para simular una conversación entre astronautas.
Los astronautas tampoco decían "Repeat, repeat" para que Houston les repitiera alguna frase que no habían entendido; usaban siempre la expresión "Say Again" ("Di otra vez"), que también es más cómoda de pronunciar. [2]
La expresión "we're here, all three of us" ("estamos aquí los tres") no tiene sentido, ya que sólo había dos astronautas en la superficie durante cada misión, el tercero se encontraba en órbita lunar. Además de esto, no era tan fácil que el módulo lunar abandonara la Luna como el "diálogo" intenta hacernos creer. Se necesitaban varias horas de preparación y, adicionalmente, el módulo de comando (en órbita alrededor de la Luna) debía pasar por encima del lugar de alunizaje en el momento del despegue.
Por último, en algunas ocasiones aparece mencionado el nombre de Christopher Craft como la persona del centro espacial de Houston que habló con los astronautas durante el supuesto avistamiento, pero también en esto hay una equivocación: se trataría de Christopher C. Kraft, director de operaciones de vuelo involucrado tanto en las misiones Mercury, Gémini y Apollo. Pero, en realidad, los directores de vuelo no hablaban nunca directamente con los astronautas durante el vuelo. Esta tarea era realizada por el Capcom (Capsule Communicator), una única persona que se iba turnando a las pocas horas. Normalmente eran los astronautas de futuras misiones los que realizaban este trabajo de Capcom, para irse familiarizando con las tareas que ellos realizarían más adelante.

Por otro lado, es ridículo pensar que la NASA ocultó alguna retransmisión desde la Luna. Los radioaficionados con antenas parabólicas de al menos tres metros de diámetro podían escuchar en directo (y sin ningún tipo de censura de la NASA, ya que eran emitidas directamente por la nave) las conversaciones de los astronautas, apuntando su antena de forma exacta al lugar del cielo en el que se encontraba la nave espacial. Como ejemplo, se puede leer el relato del radioaficionado Sven Grahn sobre su seguimiento del Apollo 17 mediante este método, en 1972.
Los diálogos completos de las misiones Apollo y los vídeos de los paseos lunares están disponibles gratuitamente en la página del Apollo Lunar Surface Journal (ALSJ), así como muchos más recursos e información (incluyendo la extensa colección de imágenes tomadas en la Luna desde el Apollo 11 hasta el Apollo 17.)
Otto Binder, al que el rumor se refiere como "empleado de la NASA", era en realidad un escritor de ciencia-ficción y cómics (puede leer su biografía en la Wikipedia y una lista de sus novelas), conocido principalmente por ser el autor de la mayor parte de las aventuras del superhéroe capitán Marvel. Binder era aficionado al tema de los ovnis, y ayudó a difundir, a principios de los años setenta, el anterior diálogo falso. Para su regocijo, añadió su nombre entre los "implicados".
A pesar de las graves incoherencias del "diálogo lunar", que permiten afirmar sin lugar a dudas su falsedad, la historia sigue siendo divulgada una y otra vez, incluso con añadidos aún más espectaculares, como el siguiente: "La única corroboración de esta historia se obtuvo de Maurice Chatelain, experto en comunicaciones de la NASA. En una entrevista efectuada en 1979, Chatelain confirmó que un retardo de tiempo en la transmisión del diálogo entre el centro de control y el Apollo 11 permitió a la NASA censurar la información referente a los visitantes." De nuevo, falsedades. Chatelain nunca ha sido "experto en comunicaciones de la NASA", sino que fue durante varios años un empleado de la compañía RCA, una empresa del sector espacial que fue contratista de la NASA. Chatelain es otro entusiasta del tema de los ovnis, que escribió el libro Our Ancestors Came From Outer Space (Doubleday, 1978).

La ficción tomada por realidad
Existen otras versiones de estos presuntos avistamientos que, aunque menos extendidas, no tienen mayor credibilidad, porque presentan incoherencias mayores. Analizaremos la única grabación de audio de este tipo, atribuida de nuevo al Apollo 11. Ésta es su transcripción, en inglés y español:

Astronaut 1: Ha! What is it?
Astronaut 2: We have some explanation for that?
--BEEP--
Houston: We have (not), don't worry, continue your program!
--BEEP--
Astronaut 1: Oh boy it's a, it's, it, it is really something (similar to) fantastic here, you, you could never imagine this!
--BEEP--
Houston: Roger, we know about that, could you go the other way, go back the other way!
--BEEP--
Astronaut 1: Well it's kind of (rigged) ha, pretty spectacular ...... god ... what is that there?
--BEEP--
Astronaut 1: It's (hollow), what the hell is that?
Houston: Go Tango, Tango!
--BEEP--
Astronaut 1: Ha! There's kind of light there now!
--BEEP--
Houston: Roger, we got it, we (watched it), lose communication, Bravo Tango, Bravo Tango, select Jezebel, Jezebel!
--BEEP--
Astronaut 1: ...... ya, ha! ...... but this is unbelievable!
Houston: (we call you up Bravo Tango, Bravo Tango)!
Astronauta 1: ¡Eh! ¿Qué es eso?
Astronauta 2: ¿Tenemos alguna explicación para aquello?
--BEEP--
Houston: No la tenemos, no os preocupéis, ¡continuad vuestro programa!
--BEEP--
Astronauta 1: Vaya, es un, es, es algo realmente (similar a) fantástico aquí. ¡Jamás habrías podido imaginar esto!
--BEEP--
Houston: Entendido. Lo sabemos, ¿podéis ir por el otro camino?, ¡regresad por el otro camino!
--BEEP--
Astronauta 1: Bueno, es una especie de (anclado) Eh, muy espectacular ...Dios... ¿qué es eso allí?
--BEEP--
Astronauta 1: Está (hundido), ¿qué demonios es eso?
Houston: ¡Cambiad a Tango, Tango!
--BEEP--
Astronauta 1: ¡Ah! ¡Hay una especie de luz allí ahora!
--BEEP--
Houston: Entendido, lo tenemos, lo (vimos). Perdemos la comunicación, Bravo Tango, Bravo Tango, ¡seleccionen Jezebel, Jezebel!
--BEEP--
Astronauta 1: ...... ¡Sí, ah! ...... ¡Pero esto es increíble!
Houston: (¡Os llamamos Bravo Tango, Bravo Tango!)

De nuevo, otro diálogo de serie B. Pero eso no es lo peor: la voz ni siquiera se parece a la de Armstrong y Aldrin, como se puede comprobar escuchando sus verdaderas voces, en la colección de vídeos del Apollo 11, en el ALSJ. Hay otro fallo flagrante: el pitido que se oye (llamado Quindar) debería acotar sólo los comentarios del Capcom. Sin embargo, en la 'grabación ovni' se utiliza arbitrariamente al menos en una ocasión. Además, en las misiones genuinas la frecuencia del tono de entrada difería del tono de salida en 50 Hercios (el de entrada era ligeramente más agudo) y duraba exactamente 250 milisegundos, mientras que en esta grabación no hay diferencia entre ellos (se usa el mismo tono de entrada y de salida) y dura aproximadamente 280 milisegundos, excepto el primero, que dura unos 235 ms. (Es fácil comprobarlo con un programa editor de audio. Yo he utilizado GoldWave.)

Un tiempo después de analizar la grabación, tuve conocimiento de que el escéptico Kentaro Mori había investigado y descubierto su procedencia, a raíz de su emisión en la televisión brasileña. Como explica en su artículo, 'Houston, tenemos un fraude', el audio proviene de un pseudo-documental de los años setenta, llamado "Alternativa 3", destinado a ser emitido el Día de los inocentes:

Cuando vi el pseudo documental, descubrí que (...) el audio original puede ser oído un minuto después del inicio de la segunda parte del programa.
Que el audio sea original de la broma de "Alternativa 3" explica todo el contenido de la conversación. El astronauta en la Luna, que no es ni Neil Armstrong ni Buzz Aldrin, sino un personaje ficticio llamado "Bob Grodin", no está viendo discos voladores en el satélite natural, sino colonias humanas ya instaladas, parte de la conspiración de Alternativa 3. Es por ese motivo que Houston no da mayor importancia a su sorpresa e informa que "ya sabemos de eso".
(...)
Los créditos finales de la parodia "Alternativa 3", por si había dudas sobre la autenticidad del programa, enumeran a los personajes y actores que desempeñaron los papeles. En ella estaba nuestro astronauta, "Bob Grodin", interpretado por el actor Shane Rimmer. Una rápida búsqueda reveló de inmediato su página personal y el descubrimiento de que Rimmer es un actor con décadas de profesión que debe ser familiar para todos los amantes de la ciencia ficción.
Su estreno como actor, en 1963, fue como el "copiloto Ace" en el clásico de Stanley Kubrick "Doctor Fantástico" [el título de la película en España es "¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú"]. (...) Rimmer también fue la voz de "Scott Tracy" en la serie animada "Thunderbirds", de los años 60. Entonces lo contacté para confirmar si él era de verdad la voz del astronauta "Bob Grodin" en el audio que dice cosas "súper fantásticas" en la Luna. Él gentilmente respondió:
"Sí, aquí está la confirmación de que era yo, Shane Rimmer, como la voz de Bob Grodin en 'Alternativa 3'. Fue divulgado como parte de la promoción de la exhibición acá en el Reino Unido, que estaba grabado de un enlace secreto de una comunicación entre el Apolo 11 y el control de la misión".
Y es así que una broma del 1 de abril [el Día de los inocentes en el mundo anglosajón] que, a diferencia de su parodia, no incluía discos voladores, acabó siendo promovida en la ufología como real. [3]
Efectivamente, seguirá siendo utilizada por los creyentes de los ovnis para convencer a su audiencia de que en la Luna hay extraterrestres. En España, la han emitido en televisión Javier Sierra e Íker Jiménez, en sus respectivos programas paranormales, por supuesto sin aclarar su origen, dejando así la duda en el espectador. Algo similar ocurrió hace ya unos años con el libro "Bases de ovnis en la Tierra" cuyo autor, Javier Esteban, explicó posteriormente en una publicación escéptica que se trataba de una novela con mucha más ficción que realidad. Un ufólogo tan fiable como J. J. Benítez acabó publicando como reales estos casos inventados en periódicos, revistas esotéricas y libros, incluyendo su risible "Enciclopedia de ovnis".

Para terminar con esta parte dedicada a dudosas transcripciones, un último apunte: los mismos disparatados libros, y páginas de Internet, que dan crédito al "diálogo" de Otto Binder y al audio anterior, muestran extractos de conversaciones (algunas de ellas, de nuevo, inventadas o editadas) en las que aparentemente no ocurre nada extraño. ¿Qué relación tienen entonces con los ovnis? Muy fácil: "los astronautas -afirman- están hablando en código". Una estupenda manera de evitar lo más importante: la falta de pruebas de sus afirmaciones. Este tipo de paranoia abunda entre los ufólogos más desquiciados y sus seguidores.

Fotografías... ¿misteriosas?
Los defensores de la existencia de extraterrestres también muestran diversas fotografías como evidencia de una supuesta actividad alienígena y de ruinas lunares. En este artículo analizaremos las más importantes.
Una de las más divulgadas es la borrosa imagen del cráter Ukert que se muestra abajo, obtenida de un atlas lunar. En concreto, Richard Hoagland, el vendedor de desacreditadas historias como la "Cara" de Marte y de otras "ruinas" marcianas, fue el promotor de la imagen de este cráter. De ella comentan: "se observa un triángulo equilátero perfecto de 16 millas". Algunos van más allá y afirman: "Si se unen los tres puntos que se encuentran fuera del cráter, forman otro triángulo equilátero perfecto."

Imagen del cráter Ukert tomada de un atlas lunar.

No deja de resultar curioso que habiendo sido cartografiada casi la totalidad de la Luna con un mayor detalle, la mayoría de los defensores de la existencia de actividad alienígena en la Luna muestren tan sólo la anterior imagen de este cráter como apoyo a sus teorías. Por supuesto, con una mayor resolución, los "triángulos equiláteros perfectos" alegados como prueba se desvanecen completamente. Como podemos observar en la siguiente fotografía, el cráter Ukert tiene más bien una forma ovalada que, de todas formas, es notable. La causa de este peculiar aspecto la podemos encontrar en otra fotografía, esta vez obtenida por la sonda estadounidense Lunar Orbiter 3 en 1967, en la que se puede observar que la pared del cráter Ukert se ha derrumbado en dos lugares diferentes del borde del mismo, modificando así ligeramente su forma circular [4]:

Fotografía del cráter Ukert.
Fotografía del cráter Ukert obtenida por la sonda estadounidense 'Lunar Orbiter 3', donde se observa el derrumbamiento de la pared del cráter en dos puntos del mismo.

Otras hipotéticas anomalías no tienen que ver con ningún elemento geológico de la superficie lunar. Es el caso de supuestos domos, o "cúpulas", fotografiados por sondas norteamericanas y soviéticas en los años sesenta. Las dos fotografías mostradas a continuación, junto a otras similares, suelen venir acompañadas de afirmaciones como "esta es la imagen del Domo de Cristal (sic), en la región lunar llamada Sinus Medii" o "la estructura tiene 18 kilómetros de altura", sin que en ningún momento se nos explique cómo han averiguado el material del que está hecha la cúpula o de qué manera se han calculado esas impresionantes alturas (que, por otra parte, permitirían a los astrónomos aficionados haber localizado estos extraordinarios hallazgos).
Las aseveraciones absurdas no acaban ahí, porque también se pueden leer cosas como "esta fotografía y otras similares, causaron que el programa soviético se abandonara tres años después." La imagen a la que se refieren fue obtenida por la sonda soviética Zond 3 en 1965, de lo que se deduce que aluden al abandono del programa soviético para llevar una tripulación a la Luna en torno a 1969 (porque, de hecho, la Unión Soviética siguió enviando sondas no tripuladas hasta 1976). Las causas del abandono soviético son variadas (aunque desde luego nada tienen que ver con los ridículos argumentos ufológicos), y están tratadas con detalle en, por ejemplo, Why did the Soviet Union lose the Moon Race? de la Enciclopedia Astronáutica. Pero veamos las imágenes:

Imagen tomada por la sonda estadounidense 'Surveyor 6'.
Fotografía obtenida por la nave soviética 'Zond 3'.
La explicación de estas fotografías, como suele suceder en estos casos, es mucho más prosaica: tormentas de polvo lunar debidas a cargas electrostáticas [5]. Es frecuente leer afirmaciones como "la NASA guarda silencio respecto a estas extrañas fotografías", "la NASA oculta imágenes" o declaraciones por el estilo. En realidad, ya en la década de 1960 varios científicos estudiaron éstas y otras fotografías enviadas por las sondas Surveyor y llegaron a la conclusión de que el polvo lunar, cargado electrostáticamente, puede ascender y llegar a crear una tenue capa por la que se filtran los rayos del Sol, de forma similar a los rayos del crepúsculo terrestre. Posteriormente, los astronautas de las misiones Apollo 8, 10, 15 y 17 vieron lo mismo mientras estaban en órbita alrededor de la Luna, dibujando ellos mismos el acontecimiento:

Dibujos realizados por la tripulación del Apollo 17 de las curiosas luces crepusculares.
Por supuesto, los "domos" a los que se refieren los ufólogos no tienen nada que ver con las formaciones geológicas llamadas domos lunares, cuyo proceso de formación es natural y sobradamente conocido.
Otra imagen que capta la atención de los ufólogos, ésta ya perteneciente a las misiones Apollo, es la siguiente (izquierda):

Pete Conrad, de la misión Apollo 12, en el borde del cráter 'Surveyor'; a su izquierda se observa el 'Handtool Carrier' (HTC) (Imagen: NASA, as12-49-7319).
Pete Conrad, en una fotografía tomada con unos segundos de antelación (Imagen: NASA, as12-49-7318).
En ella podemos observar un extraño fulgor, que algunos identifican como un platillo volante (que vigilaba a los astronautas, por supuesto). Sin embargo, la fotografía anterior (derecha), as12-49-7318, tomada con sólo unos segundos de diferencia, no sólo no muestra nada en el cielo, sino que tiene un brillo idéntico en el lado opuesto de la fotografía. El misterio deja de serlo cuando repasamos el extenso catálogo de fotografías obtenidas en la superficie de la Luna por los astronautas, y observamos que en algunas de ellas, como vemos en las seis mostradas abajo, el exceso de luz vela parte de la película. Esto ocurre normalmente al principio y al final de cada carrete. Nótese que el brillo y la textura de las fotografías en blanco y negro es idéntico al del supuesto ovni (un ovni etéreo, por otra parte).
Algunos autores confunden al astronauta de la fotografía como Neil Armstrong (Apollo 11), cuando en realidad se trata de Pete Conrad, del Apollo 12, poniendo de manifiesto la escasa capacidad de los ufólogos crédulos y los "investigadores de lo paranormal" para contrastar la veracidad de afirmaciones fácilmente comprobables. De hecho, esta "prueba" del ovni, se ha exagerado tanto que incluso, junto a la fotografía anterior, se cita a Neil Armstrong diciendo: "una gran bola de luz me sobrevoló durante un tiempo". Una nueva muestra de la credibilidad que merecen los divulgadores de este tipo de historias.

Fotografía parcialmente velada (Imagen: NASA, as16-105-17055).
Fotografía parcialmente velada (Imagen: NASA, as16-112-18270).
Fotografía parcialmente velada (Imagen: NASA, as15-89-12015).
Fotografía parcialmente velada (Imagen: NASA, as17-140-21509).
Fotografía parcialmente velada (Imagen: NASA, as15-87-11859).
Fotografía parcialmente velada (Imagen: NASA, as15-85-11353).
Otra de las "pruebas" más difundidas por los defensores de la existencia de ruinas lunares es la cúpula que, afirman, se puede ver en la siguiente imagen. A la izquierda podemos observar a Alan Bean durante uno de los paseos lunares del Apollo 12, con el módulo lunar a su espalda. En ella se observa un reflejo pentagonal producido por las lentes de la cámara (aumente el brillo de su monitor si no es capaz de verlo). La segunda imagen ha sido "realzada mediante ordenador" por Richard Hoagland para mostrar la "cúpula con aspecto de cristal que hay detrás del astronauta". Podríamos decir que ha sido sencillamente manipulada, porque la distorsión del cielo y la superficie lunar en la segunda imagen nada tiene que ver con la original. Además, la "cúpula" se encuentra entre la cámara y el astronauta, no detrás de él.

A la izquierda, imagen original; a la derecha, imagen 'procesada' para intentar demostrar la existencia de una cúpula.
De forma similar a la imagen del visor de Aldrin donde algunos creen ver extrañas estructuras o focos de un estudio (que son en realidad la bandera estadounidense y un experimento instalado en la superficie por los astronautas), en otra fotografía el visor de Pete Conrad parece mostrar un "artefacto", de nuevo según Richard Hoagland:

Imagen utilizada para demostrar un supuesto artefacto.
La imagen de alta resolución (algo que los entusiastas de los extraterrestres lunares parecen desconocer), disponible en el ALSJ, permite aclarar que el "artefacto" es suciedad del propio visor (probablemente polvo lunar, depositado por los guantes del astronauta al subir o bajar el visor dorado o los parasoles blancos laterales, utilizados para minimizar la entrada de luz solar al casco), ya que más abajo también se pueden apreciar manchas similares, y que la "sombra del artefacto" no es más que la sombra producida en el traje por la cámara que está sosteniendo Alan Bean, el astronauta que realiza la fotografía, que aparece reflejado en el visor:

Detalle de la fotografía de alta resolución, pulse sobre ella para verla completa (Imagen: NASA, as12-48-7071).
Un elemento de la propia nave, convertido en portentoso objeto extraterrestre
Algunos vídeos grabados por los astronautas durante las misiones Apollo también muestran curiosas "anomalías". La mayor parte de ellas son simplemente fragmentos desprendidos del revestimiento del casco de la nave, que pasan volando junto a la ventana durante unos segundos y acaban alejándose y desapareciendo en el espacio. Algunas veces, al pasar de la sombra de la nave a estar iluminadas por el Sol, aparecen de repente, dando al observador inexperto la sensación de que surgen de la nada. Fueron bautizadas como "moon pigeons" (literalmente, palomas lunares), y la NASA encargó un informe técnico sobre ellas, sin hallar nada relevante.
También se han dado casos de avistamientos de meteoros, de etapas del propio cohete y satélites. Sin embargo, no todas las presuntas anomalías de los vídeos pueden explicarse en estos términos. Una de las, a priori, más interesantes fue la obtenida por la tripulación del Apollo 16, que se muestra a continuación. Una versión de mala calidad del vídeo en cuestión (fotograma de la izquierda) circula desde hace años entre los ufólogos como una de las pruebas más sólidas de la existencia de platillos volantes lunares. En 2003, el ingeniero japonés Hiroshi Nakamura publicó en una revista que, a pesar de llamarse Journal of Scientific Exploration, se dedica a "anomalías y temas que se apartan de la corriente principal de la ciencia", un artículo en el que, refiriéndose al "ovni" del Apollo 16, decía: "Creemos que el objeto es un gran objeto extraterrestre. (...) Ésta es la única hipótesis consistente con los datos". [6]
El error de Nakamura, y del resto de ufólogos convencidos del origen extraterrestre del supuesto ovni, es haber utilizado como fuente de investigación un vídeo de tan baja calidad, que muestra incluso una palpable degradación en el color, y cuyo origen no está en la NASA sino en las sucesivas copias y compresiones a las que ha sido sometido. En el fotograma reproducido a la derecha, digitalizado a partir del vídeo original, es posible observar (aumente el brillo o el contraste de su monitor para verlo con mayor claridad) un elemento horizontal ligado al ovni, que es clave para desentrañar el misterio. Obsérvese también que en el vídeo original aparece el borde de la ventana desde la que se grabó el vídeo (arriba a la izquierda, y a la derecha).

Fotograma de la versión de baja resolución del vídeo grabado por el Apollo 16.
Fotograma digitalizado del vídeo original grabado con una cámara de 16mm desde una de las ventanillas del módulo de comando del Apollo 16. Nótese el elemento horizontal, imposible de apreciar en la versión de mala calidad.
La traza horizontal no es otra cosa que el mástil del EVA floodlight, un dispositivo con un foco en el extremo, situado en el exterior del casco del módulo de comando, que servía para iluminar el exterior de la nave durante los eventuales paseos espaciales (EVA es el acrónimo de ExtraVehicular Activity), y servir de guía durante el acoplamiento de la nave con el módulo lunar. Como se puede ver en la siguiente comparación, la identificación es perfecta [7]. Basta con que el mástil se encuentre en la sombra proyectada por la nave, y el foco esté encendido o iluminado indirectamente por la Luna, para que el mástil pase casi inadvertido y la luz emitida o reflejada por el foco sea captada por la cámara. Esta conclusión es además coherente con el comportamiento del "ovni" en el vídeo [8], ya que éste no tiene en ningún momento movimiento propio respecto a la Luna o la nave (aquí puede ver el vídeo completo, a baja resolución). En la imagen de la derecha puede ver un diagrama del aparato:

Comparación de un fotograma del vídeo con el 'EVA floodlight' (NASA).
Diagrama del dispositivo (NASA).
Afortunadamente, Nakamura reconoció su error en la misma revista, al ser advertido del esclarecimiento del caso. El mástil del foco exterior del módulo de comando ha sido confundido más de una vez con un ovni. La siguiente es una fotografía de "un ovni con forma de cigarro captado por los astronautas del Apollo 13", según los autoproclamados "expertos en ufología" que publicitan una y otra vez estas historias de los ovnis lunares:

Supuesto ovni cilíndrico (Imagen: NASA, as13-62-9010).

De nuevo, una visita a la imagen de alta resolución, muestra inequívocamente que se trata del EVA floodlight, cuya punta está iluminada por el Sol mientras el resto del mástil está en sombra (nótense los dos bultos del mástil cercanos al foco, nombrados "dual protruding elements" en la comparación previa):
Detalle de la versión de alta resolución de la fotografía anterior, en la que queda claro que se trata de nuevo del foco exterior del módulo de comando (Imagen: NASA, as13-62-9010).
Poniendo de nuevo en evidencia a los ufólogos más crédulos y su capacidad de investigación, la siguiente es otra imagen que muestra el mástil del EVA floodlight, y que es confundida por algunos de ellos con un "ovni cilíndrico". Algunos llegan incluso a hablar de "objeto aéreo en forma de puro suspendido sobre la superficie lunar". El objeto que se aprecia abajo a la izquierda es el espectrómetro de masa, que, una vez situado el módulo de comando en órbita, también se extendía mediante otro mástil. (La imagen está tomada desde una de las ventanas del módulo, en órbita lunar):
Otra imagen del mástil del 'EVA floodlight', confundida por algunos como un ovni cilíndrico (Imagen: NASA, as16-120-19238).

Un factor que sin duda que ha influido a la hora de convertir objetos mundanos en "ovnis inexplicables" es la distorsión y degradación a la que se someten algunas de las fotografías. Aquí tenemos un claro ejemplo, presentado como "impresionante objeto fotografiado por el Apollo 12":

Supuesto ovni fotografiado por el Apollo 12

En realidad se trata simplemente de la tercera etapa del cohete Saturno V, llamada SIV-B, que colocaba a la nave en rumbo hacia la Luna. Casi con toda probabilidad, la imagen superior proviene de la versión de baja resolución de esta fotografía, y ha sido distorsionada tanto como la imagen de la "cúpula" vista anteriormente. La versión de alta resolución resuelve, una vez más, el "misterio": al estar en penumbra, la etapa es difícil de reconocer (lo que, de todas formas, no hubiera impedido que los ufólogos crédulos se molestasen en investigar el caso, en lugar de calificarlo de inexplicable a las primeras de cambio). A la derecha puede ver la etapa SIV-B más iluminada, en otra fotografía:

La etapa SIV-B del cohete Saturno V, en otra fotografía (Imagen: NASA, as17-148-22714).
La etapa SIV-B del cohete Saturno V (Imagen: NASA, as12-50-7341).

Sombras intrigantes
Volviendo a las imágenes de la superficie lunar captadas por otras sondas, la siguiente sombra triangular cercana al cráter Aristarchus, captada por la sonda Lunar Orbiter 4, llama la atención por su aparente artificialidad. Alguien ha añadido sobre la imagen unas líneas para denotar una supuesta relación geométrica entre la sombra y el cráter:

Extraña sombra sobre la superficie de la Luna, cercana al cráter Aristarchus (Imagen: NASA, Lunar Orbiter IV-157-H3)
La imagen anterior, sin embargo, es una copia de mala calidad del original. Si observamos una versión de mayor resolución de la misma imagen, comprobaremos que se trata más bien de una mancha, que ocupa una pequeña porción de la fotografía, que es mucho mayor que el fragmento mostrado aquí:

Detalle de la fotografía (Imagen: NASA, Lunar Orbiter IV-157-H3)

La imagen se sometió a debate en el foro de la conocida página Bad Astronomy, donde se desmontan temas como la astrología o las teorías de la existencia de ruinas en Marte. Preguntaron a Stephen Tellier, un bibliotecario del Instituto Lunar y Planetario, que contestó: "Tenemos en nuestra colección las láminas a tamaño completo (aproximadamente 16 x 20 pulgadas) de las fotografías de los Lunar Orbiter. Saqué la lámina LO4-157-H3 y la examiné con una lupa de 8 aumentos. Hay dos manchas con forma triangular en la tercio inferior de la lámina que, a mi ojo desentrenado, no parecen formar parte de la imagen sino estar sobre ella. Como probablemente sabes, el film del Lunar Orbiter era revelado a bordo de la propia nave presionando una tira de film, cubierta de productos químicos, contra el negativo expuesto, para revelar la imagen. Las dos partes de la película eran entonces separadas para permitir que la imagen revelada fuera escaneada y transmitida a la Tierra. De vez en cuando algo del producto químico quedaba pegado al film revelado y era escaneado, resultando en ese tipo de artefactos." [9]

Detalle de la imagen de alta resolución (Imagen: NASA, Lunar Orbiter IV-157-H3)


Buzz Aldrin y el ovni
Para terminar, veremos un caso reciente de mal periodismo. A finales de 2005, muchas bitácoras y medios de Internet se hicieron eco de un documental del Discovery Science Channel en el que el astronauta Buzz Aldrin afirmaba haber visto un objeto no identificado durante el vuelo a la Luna del Apollo 11. Según el documental, se descartó que fuera la etapa del cohete que los envió a la Luna, porque para entonces estaba a unas 6000 millas de distancia, por lo que sólo podía ser... un ovni [10]. La noticia era chocante, porque lo cierto es que Aldrin ha negado, siempre que ha podido, todas estas historias de ovnis (véase, como ejemplo, la entrevista a Aldrin publicada en el boletín nº 33 de 'La Alternativa Racional', en la que se le pregunta específicamente sobre ello, o esta otra entrevista). El asunto alcanzó tal magnitud que incluso llegaron preguntas al respecto al servicio Ask an Astrobiologist (Pregunta a un astrobiólogo) de la NASA, donde el científico David Morrison dio la siguiente respuesta:
Acabo de hablar con Buzz Aldrin por teléfono, y señala que sus palabras están sacadas de contexto y no transmiten el significado deseado. Después de que la tripulación del Apollo 11 verificó que el objeto que estaban viendo no era la etapa SIV-B, que estaba a una distancia de unas 6000 millas en ese momento, concluyeron que probablemente estaban viendo uno de los paneles de separación entre la nave y la etapa superior. Estos paneles no eran rastreados desde la Tierra y estaban probablemente mucho más cercanos a la nave Apollo. Prefirieron no discutir esto en el canal abierto de comunicaciones, ya que eran conscientes que sus comentarios podrían ser malinterpretados (como ocurre ahora). Aparentemente toda esta discusión sobre los paneles fue eliminada del documental, dando así la impresión de que vieron un ovni. [11]

Más recientemente, en julio de 2007, Aldrin volvió a negar el rumor en el conocido programa "Larry King Live" de la cadena CNN. En la página web de la misma se puede leer la transcripción de la entrevista [12]. Los paneles tenían forma curva (como se aprecia en esta representación o en este esquema), lo que encaja con la descripción del objeto que hacen los astronautas: girando a la deriva y cambiando de forma cilíndrica a forma de L. No está de más recordar las palabras de Carl Sagan en su imprescindible libro "El mundo y sus demonios":

"Empezando con el evocador informe de John Glenn sobre las «luciérnagas» alrededor de la cápsula espacial, cada vez que un astronauta decía ver algo que no se entendía inmediatamente, había quien deducía que eran «extraterrestres». Las explicaciones prosaicas -partículas de pintura de la nave que se soltaban en el entorno del espacio, por ejemplo- se rechazaban despectivamente. El señuelo de lo maravilloso embota nuestras facultades críticas. (Como si un hombre convertido en luna no fuera maravilla suficiente.)" [13]

Conclusión
Como hemos visto, no hay ninguna evidencia sólida que nos induzca a pensar que, durante los viajes lunares, los astronautas del programa Apollo avistaran extraterrestres o encontraran estructuras artificiales. Lo mismo se deduce, además, de los vídeos y fotografías de los paseos lunares, de acceso público, y de las numerosas entrevistas a los astronautas realizadas desde entonces. Siguiendo la máxima de David Hume, "afirmaciones extraordinarias requieren evidencias extraordinarias", la evidencia presentada por los creyentes deja mucho que desear.
Y sin embargo, es posible que esta hipótesis de los encuentros con ovnis en la Luna gane popularidad con el tiempo entre los teóricos de la conspiración, pues tiene la ventaja de evitar las contradicciones más absurdas de la teoría del montaje, a la vez que permite deslizar la idea de que la mayoría de las fotografías y vídeos grabados en la Luna por los astronautas es real, y que tan sólo un reducido número de ellas (las que presuntamente mostraban ovnis o ruinas lunares) ha sido retocado. Recientemente, como muestra de esta tendencia, J. J. Benítez intentó hacer creer con una animación digital, en su ridícula serie 'Planeta encantado' (emitida en la televisión pública española), que Armstrong y Aldrin, los primeros astronautas que pisaron la Luna, encontraron unas ruinas lunares extraterrestres. A pesar de que el fraude de Benítez era evidente [14] [15], muchas personas lo creyeron, como quedó de manifiesto en foros de Internet durante las semanas posteriores. Está claro que el mito extraterrestre nunca va a desaparecer.


Bibliografía:
[1]
Edgar Mitchell - UFOs at close sight: Roswell 1947, the witnesses recopilación contrastada de declaraciones de Edgar Mitchell sobre el tema.
[2] The Apollo-11 UFO Incidents por el ingeniero y experto espacial James Oberg.
[3] Houston, tenemos un fraude la exhibición para todo Brasil de una broma del día de los inocentes.
[4] Los curiosos cráteres lunares.
[5] Moon Fountains versión original del artículo sobre las tormentas de polvo lunar debidas a cargas electrostáticas.
[6] How to crack weird space cases cómo descifrar casos espaciales raros.
[7] UFO No Longer Unidentified sobre el "ovni" del Apollo 16. Traducción al español: Objeto volador ya identificado.
[8] Apollo 16 UFO video detallado análisis sobre el mismo vídeo.
[9] 3 Images, Interesting Questions hilo del foro de 'Bad Astronomy' en el que se resolvió el origen de la sombra triangular en una de las fotografías.
[10] ¿Vio Buzz Aldrin un ovni en su viaje a la Luna? artículo de la bitácora escéptica Marcianitos verdes.
[11] First on the Moon: The Untold Story.
[12] CNN Transcript: CNN Larry King Live "Are UFOs Real?" Aired July 13, 2007 - 21:00 ET.
[13] Sagan, Carl. "El mundo y sus demonios". Editorial Planeta (Barcelona, 1997), p. 68.
[14] Un inexistente espía de la CIA reveló a Benítez el hallazgo de una base extraterrestre en la Luna artículo de la bitácora 'Magonia, una ventana crítica al mundo del misterio'.
[15] Benítez se estrella en la Luna.

Para saber más:
  • Astronaut "UFO" Sightings otro artículo de James Oberg publicado en el Skeptical Inquirer, la revista del CSICOP (el Comité para la Investigación Científica de las Afirmaciones Paranormales).
  • Richard Hoagland's Nonsense amplia desacreditación de las teorías de Richard Hoagland.
  • A Lunar Smokestack? artículo sobre otra prueba esgrimida por los entusiastas de las ruinas, una "chimenea lunar".
  • Lunar Enigma investigación de otro presunto ovni lunar realizada por la Fundación Anomalía, dedicada al estudio serio y científico de los ovnis. Este artículo también está disponible en español.